“Es inaceptable que para ir desde España a La Habana haya que pasar por Londres”. Estas declaraciones del ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Manuel Soria, sobre la supresión de las rutas de Iberia al Caribe de habla hispana han despertado las sospechas de que finalmente sea British Airways la que termine operando estos recorridos.
De forma sorprendente, Soria mencionó como punto de partida o de paso de una ruta hacia La Habana a la capital del Reino Unido, base de operaciones de British Airways, el socio de Iberia en el holding IAG. ¿Por qué Londres? Una posible explicación sería que el ministro daba por hecho que la ruta hacia la capital cubana terminaría siendo operada por la compañía británica en detrimento de la española.
De hecho, Iberia no tardó en reaccionar a las declaraciones del ministro Soria con un comunicado en el que recordaba, entre otros aspectos, que en la actualidad no existe ningún vuelo directo entre Londres y los dos destinos del Caribe a los que dejará de volar Iberia, tanto La Habana como Santo Domingo (República Dominicana).
Las palabras de Soria han vuelto a poner en pie de guerra a los trabajadores de Iberia, que ven cómo los rumores y sospechas que circulaban por la compañía en los últimos meses comienzan a ser algo más. Hasta el pasado 1 de diciembre, la responsabilidad del departamento comercial de la compañía recaía en el británico Gavin Halliday, que ha sido el encargado de dirigir el diseño de la nueva programación de vuelos de la compañía para la temporada que se iniciará el próximo 1 de abril.
Desaire al Ministerio de Fomento
Iberia hizo público su plan de transformación, que incluye un fuerte ajuste laboral, con un ERE para 4.500 trabajadores y una rebaja salarial media de entre el 25% y el 35%, a comienzos del pasado mes de noviembre y el ambiente entre los representantes de los trabajadores fue empeorando por momentos. En primer lugar, por los resultados de los primeros encuentros con la dirección de la empresa y, en segundo lugar, porque el anuncio de la nueva programación comercial de la aerolínea confirmaba sus peores augurios.
Las manifestaciones de Soria vinieron a reforzar el descontento del Ejecutivo con las últimas decisiones tomadas por la dirección de Iberia, en especial la de la suspensión de las rutas al Caribe. En concreto, el Ministerio de Fomento se siente especialmente agraviado, toda vez que su titular, Ana Pastor, pidió en sus primeros contactos con Iberia tras el anuncio del plan de transformación que no tocaran las rutas que conectaban con Latinoamérica. Días después, en un foro público, Pastor reiteró en repetidas ocasiones la importancia de las conexiones con Latinoamérica.
Sin embargo, sus palabras cayeron en saco roto, lo que ha hecho que la postura de Fomento con la aerolínea sea ahora más beligerante toda vez que, además, los sindicatos sí han atendido a los sucesivos llamamientos de Pastor y decidieron el pasado lunes desconvocar la huelga que tenían programada para seis días de diciembre. Todo ello, pese a que aún no ha llegado ni de lejos a un acuerdo con Iberia para la negociación de los ajustes laborales.
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