El preconcurso de acreedores de Fagor Electrodomésticos ha colmado el vaso para que en la Corporación Mondragón vuelen las puñaladas y se desaten viejas rencillas. Por un lado, la presidencia maneja varios informes que alertan del peligro de riesgo sistémico en todo el conglomerado si no se aprueba el plan de viabilidad con la aportación de 170 millones de euros a tres bandas (gobierno español-gobierno vasco-cooperativas). Por el otro, Caja Laboral y Orona (y tangencialmente, Eroski) se niegan a poner dinero en las condiciones que desde la Corporación se les exige. El fabricante de ascensores Orona ha dado el silencio por respuesta a este periódico. Desde Laboral, sin embargo, sí se ha dado la cara: creen que por el momento el fabricante de electrodomésticos no ha presentado ningún plan estratégico que consideren viable. Temen que siga ocurriendo como hasta ahora: poner dinero a fondo perdido en Fagor.
La cuestión es saber si un concurso de acreedores controlado o 'descontrolado' de Fagor Electrodomésticos arrastraría a toda la Corporación, incluido su brazo financiero, o no. Un informe encargado por el grupo a un agente externo al que ha tenido acceso Vozpópuli y que "lleva un mes encima de la mesa de los presidentes de Laboral y Orona" concluye que sí: un concurso de acreedores de Fagor Electrodomésticos tendría un coste mínimo de unos 500 millones de euros entre el desempleo que tendría que pagar la mutua Lagun Aro (2 años para 1.700 trabajadores) y las dotaciones para préstamos intercooperativos y para Mondragón Inversiones. Pero además, se apunta a riesgos financieros para Caja Laboral, que se manifestarían en más impagos y morosidad, retirada de depósitos y "desconfianza en la capacidad de apoyo al desempleo" de Lagun Aro.
Otros escenario sería ir al concurso y liquidación total de Fagor, con desinversiones y una potencial venta de otros activos, como sus líneas de confort, minidomésticos, línea blanca, Brandt (Francia) y Mastercook (Polonia).
"Muchos socios de la cooperativa, preocupados por su situación, están reclamando los capitales" que prestaron en su momento a Fagor, y que tienen derecho a recuperar
La 'deuda intragrupo' de Fagor alcanza los 859 millones y de ellos casi 400 son 'deuda social' o préstamos dentro del propio Mondragón. Algunos de ellos los hacen los socios de la cooperativa y pueden ser retirados bajo demanda. Se asegura que en este momento los socios "preocupados por la situación de la cooperativa, están reclamando estos capitales". Otra parte son préstamos de Grupo Mondragón a Fagor. Esta deuda es la más peligrosa, por ser la más sistémica.
La intervención sería por tanto un mal menor que evitaría un gasto mínimo de 500 millones en una aportación de 170. De no producirse, según el estudio, incluso la insolvencia o intervención de la caja por el Banco de España entrarían en esta hipótesis.
El punto de vista de Laboral
Este escenario se rechaza con fuerza en Laboral Kutxa. Se asegura que Fagor "sólo representa el 0,34% de los créditos totales que tiene concedidos Laboral, mientras que todo el Grupo Mondragón es sólo el 3,57%" del crédito. Se recuerda que a principios de año se aportaron 70 millones a Fagor "para que acabara dando unas pérdidas de 66,8 millones en el primer semestre". Y se insiste en que la pelota sigue estando en el tejado del otrora buque insignia del poderoso grupo industrial, que emplea a 80.000 personas (un 40% en el País Vasco, otro 40% en el resto de España y el resto en el extranjero) y dispone de 289 entidades con muy distintas situaciones económicas.
Desde la entidad financiera se presume de fortaleza, recordando como recientemente Moody's ha mantenido su rating de largo plazo en (Ba1) y como su índice de morosidad en junio era del 7,9%, muy por debajo del 12% del sector, y que apenas aumentó en el segundo trimestre del año. Siendo esto cierto, no lo es menos que la solvencia tenga poco que ver con la concentración de riesgos, que no sólo debe medirse en los préstamos a empresas del grupo, sino también en sus relaciones financieras con los distintos cooperativistas. El propio estudio externo señala que los clientes de Laboral son "básicamente las empresas y cooperativistas de Mondragón".
Único escenario viable
El único escenario viable según el informe externo sería el intermedio: 170 millones, quedarse en la mitad del empleo y perder 850 socios y 1.900 empleados en todo el grupo. El plan industrial concentraría toda la actividad en productos de bajo valor añadido en Polonia, limitando su producción en los países de alto coste a sólo los productos de alto valor añadido. En Francia se cerrarían plantas que afectarían a 800 trabajadores y en el País Vasco se usarían los mecanismos internos de reubicación.
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