Hace cinco años, cuando la crisis comenzaba a mostrar sus primeros síntomas, OHL era la constructora española cotizada más pequeña, con una capitalización bursátil que no llegaba a los 1.000 millones de euros. La compañía controlada por el Grupo Villar Mir valía en bolsa diez veces menos que la primera del sector, por aquel entonces ACS. Y para subir un solo peldaño y alcanzar el quinto puesto, OHL debía en aquellos momentos multiplicar por dos su capitalización con el fin de dar caza a Sacyr.
Pero este panorama ha cambiado de forma radical. Esta semana OHL ha logrado encaramarse al podio de las constructoras españolas por capitalización bursátil tras superar a Acciona. La compañía que preside Juan Miguel Villar Mir ha hecho un recorrido completamente inverso a la mayoría de sus pares en España.
Durante los años de la crisis, sus acciones no sólo no han retrocedido sino que se han disparado un 158%. Ahora, el primer grupo del sector por valor bursátil, Ferrovial, es menos de cuatro veces mayor que OHL que, sin embargo, supera en casi 2.000 millones a Sacyr, aquella a la que veía tan lejana al inicio de las turbulencias de los mercados.
Una de las claves de OHL ha sido su progresiva internacionalización. La compañía también se ha visto afectada por el desplome que ha sufrido la obra civil en España pero mucho menos que sus principales competidores ya que ha volcado buena parte del peso de sus ingresos en los mercados internacionales.
Sin turbulencias energéticas
Como consecuencia, OHL es la “menos española” de las constructoras. Nada menos que el 82% de su resultado bruto de explotación (Ebitda) procede del exterior. Algo muy similar sucede con su cartera de proyectos y concesiones, en la que España tan sólo cuenta con un peso del 17%.
Otra de las claves de que los inversores hayan apostado por OHL ha sido el hecho de que la compañía optó en su día por no tomar participaciones en compañías energéticas como sí hizo la mayoría de sus competidores. Así, ACS adquirió un paquete significativo en Unión Fenosa y posteriormente en Iberdrola, mientras que Sacyr compró un 20% de Repsol y Acciona entró en Endesa para posteriormente vender el paquete de acciones a la italiana Enel.
ACS, Acciona, Sacyr y FCC acumulan retrocesos superiores al 50% desde que se inició la crisis. Junto a OHL, Ferrovial ha mostrado una tendencia completamente opuesta y ha multiplicado por más de dos su capitalización bursátil.
La compañía controlada por la familia Del Pino también ha llevado a cabo un intenso proceso de internacionalización y sus principales activos están fuera de España. Tampoco ha sufrido el impacto de la incertidumbre en torno al sector energético. Desde hace más de un año está consolidada como la mayor constructora española por capitalización.
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