Inmobiliaria Colonial se le resiste a Villar Mir, al menos por ahora. Tras quedarse sin tiempo para armar financieramente una oferta antes del verano, el presidente y principal accionista de OHL puso en marcha otro intento, en este caso con la ayuda de capital procedente del exterior. Esta segunda tentativa ha fallado al no encontrar un acuerdo con sus potenciales socios sobre la forma de repartirse el poder en la inmobiliaria.
El empresario, que trata de hacerse con el control de Colonial a través de su grupo familiar en empresas (Grupo Villar Mir), cuenta con el apoyo de Banco Santander, de cuyo consejo forma parte desde este año, para llevar a cabo la operación. Fuentes financieras indicaron a Vozpópuli que Villar Mir dispone de unos 270 millones de euros facilitados por la entidad que preside Emilio Botín a través de diferentes instrumentos de financiación y líneas de crédito, cuyo coste ya ha sido asumido por Grupo Villar Mir.
Sin embargo, la cantidad se queda algo corta para las estimaciones del presidente de OHL, al considerar que precisaría disponer de unos 700 millones de euros para ejecutar la operación.
Con estas circunstancias, Villar Mir acudió en busca de inversores en el mercado latinoamericano, que conoce a la perfección por las diferentes inversiones realizadas en el exterior por OHL. En concreto, México y Brasil son las plazas que mejor conoce. Su filial en este último país fue un ejemplo de éxito casi sin precedentes en la Bolsa de Sao Paulo hasta que fue adquirida por Abertis, en el marco de la operación que permitió a OHL hacerse con un paquete del 15% en la concesionaria de infraestructuras.
Invertir pero no mandar
Mientras, en México prosigue cotizando su filial de infraestructuras en el país azteca, donde es todo un referente que compite incluso con el holding de Carlos Slim, la segunda fortuna del mundo tan sólo por detrás de Bill Gates. Además, durante algunos años albergó socios mexicanos en el capital de OHL, concretamente a la familia Gómez Sáinz a través de su vehículo inversor Hidafa.
Durante este tiempo, Villar Mir llegó a un principio de acuerdo con tras grupos en la región interesados en entrar en el sector inmobiliario español y, además, por la puerta grande, en una de las grandes del mercado. Cada uno de ellos estaría dispuesto a aportar aproximadamente 100 millones de euros, con lo que Villar Mir se aproximaba cada vez más al objetivo.
Sin embargo, en este caso el obstáculo no fue financiero. Lo que no convenció a los inversores latinoamericanos fue la forma de repartir el poder en la futura Colonial. La propuesta de Villar Mir consistía en la creación de un holding que controlaría la inmobiliaria pero en el poder ejecutivo residiría únicamente en su grupo, mientras el resto de socios quedaría como apoyos financieros.
Con el visto bueno de La Caixa
La falta de acuerdo ha hecho que, por el momento, el segundo intento por hacerse con el control de Colonial haya quedado en vía muerta. La opción de Villar Mir es la más firme por ahora y la que más convence a La Caixa, que cuenta con un 5% de la inmobiliaria pero cuyo peso en ella va mucho más allá.
De hecho, algunos accionistas de referencia de Colonial hace tiempo que han iniciado la retirada, incluso sin esperar al desenlace del proceso de refinanciación de la deuda de la inmobiliaria, en el que se engloban los intentos de hacerse con ella. El que más se está moviendo en este sentido es el alemán Commerzbank, que ya ha vendido un 10% de Colonial en los últimos cinco meses.
El resto de los accionistas foráneos, Credit Agricole, Coral Partners (alianza entre los fondos Orion y Colony) y el Tesoro británico en nombre del intervenido Royal Bank of Scotland, esperan noticias.
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