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Villar Mir pide un sistema de portabilidad para las eléctricas como el de las operadoras de móviles

Enérgya-VM critica el “fallido” proceso de liberalización, la “falta de agilidad” en los cambios de suministrador y el “agravio” que sufren las pequeñas compañías del sector. Cree que permitiría reducir la elevada concentración de cuota de las grandes eléctricas.

Enérgya-VM, la eléctrica del Grupo Villar Mir, considera “elemental” poner en marcha un sistema de portabilidad para los cambios de suministrador eléctrico, similar al que existe desde hace años en el sector de la telefonía, ante el “agravio” que en su opinión sufren las comercializadoras de menor tamaño frente a las grandes del sector y en comparación con sus homólogas del negocio de las telecomunicaciones.

La compañía ha criticado “la inexistencia a día de hoy de un proceso de portabilidad en el sector eléctrico", un factor “elemental” a la hora de “estimular un cambio de suministrador”.

“En la medida en la que la normativa siga garantizando a los distribuidores un dilatado plazo de 15-21 días para la ejecución de dicho proceso (incluso cuando no concurran actuaciones en campo o cambio en las condiciones de acceso), se seguirá favoreciendo la aparición de elementos distorsionadores en la voluntad de cambio del consumidor y petrificando una imagen de falta de agilidad en los procesos del sector eléctrico como agravio frente a otros sectores como el de la telefonía”, señala Antonio Gabriel Gómez Bueno, abogado de la compañía, en un artículo publicado en el último número de Cuadernos de la Energía.

El representante de Enérgya-VM considera que la sustitución de la extinta tarifa de último recurso (TUR) por el precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC) y el cambio de un modelo de precio fijo definido cada trimestre por otro de precio variable, indexado a la evolución del mercado mayorista, “representa un desafío para el sistema eléctrico en su conjunto” que “debe venir acompañado de medidas que favorezcan la competencia entre comercializadores en el sector doméstico e, ineludiblemente, de una mejor y mayor comunicación a los consumidores”.

Gómez Bueno también reclama “fórmulas para, incrementando de forma leve el margen de comercialización, favorecer la introducción de más competencia en el segmento doméstico”. En su opinión, la liberalización del sector ha sido un proceso “fallido”, a la vista de los altos índices de concentración de cuotas de las eléctricas tradicionales, “que se traduce en una penetración residual de los comercializadores independientes”, y la lenta transición de los clientes TUR a esquemas de suministro libre (un 60% de los clientes con derecho a PVPC, unos 15,16 millones de usuarios, continuando siendo suministrados por las eléctricas de referencia).

“Los grupos históricamente dominantes suministran a algo más de 23,35 millones de los aproximadamente 27,8 millones de puntos de suministro existentes”, esto es, el 83,7% del total, expone.

Su empresa, que al cierre del tercer trimestre del año pasado no llegaba a los 22.000 clientes eléctricos, frente a los más de 10,5 millones de Iberdrola, registró en 2013 el 0,89% de las solicitudes de cambio de suministrador aceptadas, con un total de 11.582, según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

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