La precaria situación que atraviesa el sector cementero en España está pasando factura a las principales compañías que operan en el país. La suiza Holcim, la segunda mayor cementera del mundo por facturación, llevará a cabo una fuerte reducción de capital en su filial española para minimizar los efectos de las pérdidas que ha registrado en los últimos años. Holcim se une así a Cemex, que se ha visto obligada a recortar plantilla debido a la caída en picado de la demanda y la producción.
La filial española de Holcim acordó en su última junta de accionistas una reducción de capital de 568 millones de euros, lo que supone dejar la compañía reducida apenas a un cuarto de lo que era hasta ahora.
La maniobra de reducción de capital, que se efectuará por reducción del valor nominal de las acciones, es consecuencia directa de las pérdidas registradas por Holcim en los últimos ejercicios, lo que ha obligado a la empresa a adaptar su capital social al patrimonio neto, que se ha visto penalizado por la situación del mercado.
El sector cementero en España está atravesando uno de los peores momentos de su historia, con cifras de producción y de demanda propias de la década de los 40. Los últimos datos correspondientes al mes de abril facilitados por Oficemen, la patronal que aúna a las grandes empresas del sector que operan en España, hablan de una producción inferior al millón de toneladas. En los últimos años del boom inmobiliario, las cifras mensuales de producción se iban por encima de los cinco millones de toneladas.
Burbuja inmobiliaria y obra pública
Precisamente, el desplome inmobiliario ha sido una de las causas que han llevado al sector cementero a esta situación. En 2012, el número de viviendas iniciadas alcanzó su cifra más baja desde los años 50.
Pero también ha tenido mucho que ver la fuerte caída registrada por la licitación de obra pública por parte de las administraciones públicas debido a los recortes presupuestarios forzados por los efectos de la crisis. Este escenario ha llevado al sector cementero español, que justo antes de la crisis se encontraba a la cabeza de toda Europa en cifras absolutas de producción, a caer por debajo de mercados como el de Marruecos.
A comienzos de año, Holcim anunció el cierre de su planta de producción de Lorca debido no sólo a la baja producción actual sino también a la que marcan las previsiones. “La sobrecapacidad de producción de cemento en España supera el 70% y las perspectivas para los próximos años no permiten prever la reutilización de estos activos en el futuro", explicó por entonces Vincent Lefebvre, director ejecutivo de Holcim España, en un comunicado.
Las previsiones para el conjunto de 2013 apuntan a un descenso del 20% en la producción respecto al año anterior, que ya fue notablemente negativo para el sector cementero.
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