En los últimos años, en el enésimo -y no tan sorprendente- giro de la geopolítica mundial, las autoridades de Estados Unidos decidieron empezar a desconfiar de la influencia de las empresas tecnológicas chinas, dado que en todas ellas el gobierno de ese país tiene una enorme influencia. Con razón o sin ella, esto hizo daño a muchas de estas compañías, una de ellas es Huawei que, por ejemplo, llegó a superar el 10% de cuota mundial de venta de móviles en 2020 y hoy roza el 4%. Pero, ¿cómo nació esta empresa que hoy cuenta con más de 200.000 empleados y presume de dar servicio a más de 3.000 millones de personas de 170 países?
Ren Zhengfei nació en 1944, siendo el mayor de siete hermanos. Su madre era profesora y su padre no pudo acabar la universidad por la muerte prematura del suyo, pero creció en un ambiente intelectual superior al de la media de su país en ese momento. Sin embargo, las circunstancias llevaron a que el padre de Ren se empleara como contable en una fábrica de armas del Kuomintang, el partido nacionalista chino que luchó junto a los comunistas contra la invasión japonesa y la independencia del país, pero acabaron perdiendo la guerra civil contra ellos.
Estos antecedentes familiares retrasaron la entrada de Ren en el Partido Comunista de China hasta 1978 (año en el que fue elegido delegado en la Conferencia Nacional de Ciencia debido a sus logros tecnológicos). Estudió ingeniería civil y arquitectura en el Instituto Chongqing (fue el único de sus hermanos que pudo ir a la universidad), pero durante la Revolución Cultural (quizás por la crisis económica, quizás por su ambición, ya que sabía que podría ser un trampolín para poder entrar en el Partido Comunista, la mejor manera de prosperar), ingresó en el Cuerpo de Ingeniería del Ejército Popular de Liberación como soldado. Su buen desempeño le permitió alcanzar el rango de subdirector en el cuerpo de ingenieros.
A pesar de ello, en 1982 fue incluido entre el medio millón de militares que perdieron su puesto de trabajo ese año por la reducción de las fuerzas armadas del país (y la desaparición del citado cuerpo de ingenieros). Es entonces cuando se emplea como trabajador de logística de la South Sea Oil, donde no estaba muy contento. Sin embargo, esta ocupación le obliga a mudarse a Shenzhen, centro de la industria tecnológica de China, tercera ciudad del país por tamaño y población y segundo puerto más importante. En un país con tan escasa libertad de movimientos como es China, este traslado ayudaría mucho a su carrera.
Nacimiento de Huawei
Cinco años después, con unos 3.000 dólares al cambio de la época y tres empleados, allí es donde funda Huawei (nombre que se podría traducir como “logro espléndido"), que funcionaba como intermediario para una empresa de la cercana Hong Kong (aun territorio extranjero) que producía sistemas de conmutación de centralitas (aunque en su web oficial afirman que nacieron como “una compañía especializada en el desarrollo, producción y venta de equipamiento para telecomunicaciones”.
El primer logo tenía 15 líneas rojas y representaba el sol naciente y el amanecer en el este. En 2006 cambiaron esas 15 líneas rojas por los ocho pétalos (en teoría de una flor de crisantemo), ya famosos mundialmente. El logo actual mantiene la esencia del anterior aunque prescindiendo de ciertos degradados, logrando un resultado algo más occidental.
Cuando Ren funda en 1987 Huawei se apoya en la política gubernamental de aquellos años que busca modernizar la infraestructura de telecomunicaciones del país. En 1993 Huawei crea su propio conmutador telefónico que se convierte en el mejor producto de ese tipo de fabricación nacional, lo que permitió su expansión a pequeñas ciudades y zonas rurales, cumpliendo el objetivo político del gobierno a la par que creciendo como empresa.
Ren comprendió que el mayor negocio estaba en la construcción de redes de telecomunicaciones, que son las que le han proporcionado tantos problemas en su expansión internacional más reciente (en concreto la red inalámbrica 5G), internacionalización ya iniciada a finales del siglo pasado. En 1997 lanza sus primeros productos inalámbricos y en 1999 abre su primer centro de I+D en el extranjero, concretamente en la India. 2005 es el primer año de su historia en el que el volumen de negocio de Huawei es superior en el extranjero que en China.
Sus negocios clave
Huawei llegó tarde a la batalla por los “smartphone”: comercializó el primero en 2004 y en 2009 ya con sistema Android. Es en la pasada década cuando sus móviles hacen famosa a la marca para el gran público mundial. Lo cierto es que la comercialización de teléfonos móviles, tablets, ordenadores, accesorios, módems y routers de diferentes tipos, decodificadores y otros dispositivos tecnológicos son solo una pequeña parte, aunque pueda ser la más conocida para el gran público, son las soluciones que provee de redes de telecomunicaciones su principal, y más polémico, negocio. La compañía se define en la actualidad como “proveedor líder mundial de infraestructuras de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y dispositivos inteligentes”.
Huawei no cotiza en bolsa, está considerada como una empresa semipública, lo que la ha ayudado mucho en su expansión internacional, pero la ha llevado a una complicada situación, puesto que está en la diana de la guerra comercial iniciada hace años entre China y Estados Unidos y, más recientemente, en la batalla geopolítica que intenta evitar que los macrodatos que recopilan ciertas tecnológicas no acaben en manos de ciertos gobiernos.
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