Un año después de incorporarse a su capital, Iberdrola ha decidido poner a la venta su paquete en la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), que adquirió hace un año en un gesto de apoyo simbólico al denominado Banco Malo puesto en marcha por el Ejecutivo de Mariano Rajoy para tratar de dar salida a la cartera de activos tóxicos del sector financiero.
Tras sumarse a la Sareb a regañadientes y con una participación testimonial, Iberdrola ha puesto a la venta ese pequeño paquete (0,2%), que ha calificado como activo disponible para la venta, según consta en su memoria anual del ejercicio 2013.
Iberdrola es el único grupo industrial que figura en el accionariado de la Sareb. Se incorporó con una mínima inversión de 2,5 millones de euros a través de su filial inmobiliaria, que en 2013 tuvo otro mal año, al anotarse unas pérdidas de 73,2 millones de euros, tras registrar un deterioro de valor de varios activos “derivado fundamentalmente de nuevas dificultades urbanísticas”, con un impacto a nivel consolidado después de impuestos de unos 43 millones.
Entre las inversiones que Iberdrola acaba de clasificar como “disponibles para la venta” también figuran diversos activos de renovables en México y su participación del 8,33% en la Sociedad Promotora Bilbao Gas Hub, puesta en marcha el año pasado por Kutxabank, el Ente Vasco de la Energía y Enagas, que también cuenta con CaixaBank y el Instituto Catalán de la Energía como accionistas y que pretende crear un gran plataforma de compraventa de gas natural para el sistema gasista ibérico en la capital vizcaína.
La decisión de desinvertir en la Sareb, que no tiene por qué materializarse de forma inmediata, se enmarca en el nuevo plan de desinversiones de Iberdrola, que contempla ventas de activos por otros 500 millones de euros, tras los 2.000 millones que ha ingresado en el periodo 2012-2014. Y llega en un momento de tensión en las relaciones entre la eléctrica y el Gobierno por la reforma energética, escenificado la semana pasada en Londres, durante la presentación de los resultados anuales y el plan de inversiones de Iberdrola hasta 2016.
En ese evento, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, reiteró su amenaza de reducir sus inversiones en España al mínimo imprescindible por la incertidumbre regulatoria y dijo que pese a que sus relaciones con el Ejecutivo son “cordiales”, Iberdrola “se siente más británica, mexicana o estadounidense” que española.
Unas declaraciones que han provocado un profundo malestar en Moncloa y que Galán trató de atemperar este martes en una entrevista en Onda Cero, en la que aseguró que le “duele” que los analistas critiquen el marco regulatorio español y destacó que Rajoy “tiene una gran virtud”, la de “haber aguantado sin pedir el rescate”.
Galán, que aseguró que se alegra “a tope de que las cosas vayan bien", dijo que el problema energético español es esencialmente europeo y que la factura energética es muy elevada, lo que dificulta la reindustrialización.
El ejecutivo reiteró su apuesta por limpiar la tarifa de conceptos ajenos al coste de suministro y a las redes y defendió las inversiones previstas en España: “No sé si muchas empresas pueden decir que van a invertir 1.500 millones, sobre todo en un país con situación de sobrecapacidad, con redes suficientes y con una moratoria de renovables”, zanjó Galán, que recordó que Iberdrola ha invertido 22.000 millones en la última década en España, “un gran país de gente honrada y trabajadora, con empresarios capaces”.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación