El nuevo consejero de Iberdrola promete no pasar desapercibido, especialmente por el momento en el que se incorpora al máximo órgano ejecutivo de la eléctrica. Anthony Gardner tiene una peculiar relación con Reino Unido y EEUU, los dos principales mercados internacionales para Iberdrola, junto a México y Brasil. El ex diplomático es un europeísta convencido, muy alejado de los planteamientos del Brexit. Y además, se ha mostrado crítico con el presidente norteamericano, Donald Trump, precisamente el mismo que le cesó como embajador de EEUU en la Unión Europea, puesto al que llegó de la mano del anterior inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama.
Viejo conocido de la casa (ocupaba ya un puesto en el consejo de administración de la filial británica Scottish Power), Gardner ocupará el sillón de consejero independiente que deja vacante Braulio Medel, que ha renunciado al cargo tras la marcha de Unicaja, la entidad que preside, del capital de Iberdrola, aunque este movimiento hace tiempo que se produjo.
Tras dejar la embajada de EEUU en la Unión Europea, en enero de 2017, apenas unos días después de que Trump tomara posesión como presidente del país, Gardner le acusó de minusvalorar el papel del Viejo Continente en el mundo, en materias tan importantes como la seguridad. Y además, también le afeó el hecho de que uno de los primeros líderes políticos con los que se fotografió fuera Neil Farage, por entonces cabeza visible del Ukip, una de las formaciones que impulsó la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
En sus declaraciones posteriores, Gardner advirtió del peligro de los populismos en el Viejo Continente y lamentó que Trump se dejara ver con algunos de los ponen nombres y apellidos a este movimiento.
Mercados clave
Iberdrola ha hecho hincapié en que la incorporación de Gardner profundiza en la internacionalización de su consejo y destaca que es un perfecto conocedor de las relaciones entre EEUU y la Unión Europea, a la que ha dedicado prácticamente dos décadas de su vida. Paradójicamente, uno de los ámbitos en los que Iberdrola se mueve es el estado miembro que está dando los primeros pasos para dejar de forma parte de los veintiocho.
Como ha confirmado en la actualización del plan estratégico que acaba de presentar a los mercados, EEUU seguirá siendo una plaza fundamental para el crecimiento de la compañía. Por el momento, la Administración Trump ha proporcionado a Iberdrola una gran noticia al sacar adelante una reforma fiscal que ha permitido a la eléctrica salvar las cuentas de un año que las adversas circunstancias climatológicas han hecho especialmente complicado para una empresa que apuesta de forma tan decidida por las energías renovables.
Precisamente, es esta una de las principales incertidumbres de Iberdrola con Trump, que no se ha declarado precisamente un apasionado de la energía verde. No obstante, buena parte del negocio de la eléctrica en territorio norteamericano procede del negocio regulado, mucho más protegido de vaivenes políticos.
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