Las conversaciones entre IAG y Globalia para la adquisición de Air Europa por parte de Iberia continuaron este lunes a pesar de las declaraciones de Juan José Hidalgo al diario El Confidencial, en las que afirmó que “mi compañía no se troceará”. Fuentes próximas a las negociaciones indican que los responsables del grupo hispano británico y los del grupo turístico están explorando una opción que evite la entrada del Estado en el capital, una puerta que abrió la ministra de Economía, Nadia Calviño, a mediados de enero.
Según las fuentes del citado medio, los Hidalgo, dueños de Globalia, quieren evitar a toda costa que el Gobierno canjee en acciones parte de los 475 millones de euros que recibieron en forma de préstamo por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Una operación que permitiría reducir la deuda de casi 800 millones que acumula Air Europa, como había pedido Iberia, pero que supondría que el organismo público tomara entre el 20 y el 40% del capital.
Por su parte, el objetivo final de IAG es no contar en ningún caso con más del 50% de Air Europa para evitar que la deuda de su actual competidor se consolide en el grupo, con base fiscal en Madrid y operativa en Londres. En virtud del acuerdo que se está perfilando, la participación de Iberia no superará ese 50%. Así, la cuestión es quién y cómo se queda con la otra mitad del capital de la aerolínea mallorquina.
El plan de los Hidalgo es reinvertir el dinero que recibirán de Iberia por la ruptura del compromiso inicial, unos 75 millones de euros, en capitalizar Air Europa, de tal forma que evitarían en un primer momento que el Ejecutivo convirtiese el préstamo participativo (240 millones de los 475 totales) en acciones. De esta manera, la familia retendría una parte muy significativa de la propiedad que venderían más adelante cuando la industria aérea se recupere de la pandemia, algo que no se espera hasta al menos 2024.
Negociaciones
El próximo 31 de enero, como muy tarde, quieren llegar a un acuerdo y por ello IAG, Globalia y varios miembros del Gobierno mantuvieron este lunes varias reuniones. Miguel Ángel Sánchez, director general financiero del holding turístico, representó a la familia pese a las últimas declaraciones del fundador, Pepe Hidalgo, al que le gustaría continuar en solitario para no malvender ahora la compañía que creó. Su hijo Javier, que lleva más de dos meses en Los Ángeles, también intervino en las negociaciones y coincide con su padre en la idea de eludir si es posible que el Estado entre en el accionariado. Una de las alternativas que se están barajando es que la SEPI convierta parte del préstamo participativo en acciones sin derecho de voto, tipo B, de tal forma que la deuda no compute directamente como pasivo. Porque el objetivo principal del Gobierno es recuperar los 475 millones prestados, no ganar dinero con la ayuda concedida a los Hidalgo. Air Europa no tiene que empezar a devolver el principal de ambos préstamos hasta marzo de 2024, ya que hasta ese momento solo tiene que abonar intereses.
Air Europa acumula un agujero patrimonial de más de 600 millones, un roto que deberá solucionar a partir del próximo junio, fecha en que expira la moratoria del Ejecutivo para que las compañías afectadas por el coronavirus no presenten concurso de acreedores o entren en causa de disolución. A partir de entonces, la aerolínea dispondría de seis meses para reparar los fondos propios.
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