Uno de los frentes que mantiene abiertos Iberia es la negociación con los pilotos sobre el ajuste del colectivo, que no firmó en su día el acuerdo de mediación. Las conversaciones se encuentran en su recta final aunque aún restan puntos en los que, por el momento, las posturas no están tan cercanas. Uno de ellos es el referido a las condiciones del expediente de regulación de empleo.
Según ha podido saber Vozpópuli, encima de la mesa se encuentra una propuesta de los pilotos basada en un ERE de 35 días por año trabajado, para un máximo de 30 meses de salario. Además, el citado ERE debería de tener carácter voluntario y contaría con medidas de acompañamiento similares a las del resto de colectivos.
En el entorno del colectivo de pilotos el clima de optimismo es generalizado, especialmente en lo que se refiere a los más próximos al jefe de la sección sindical de Sepla Iberia, Justo Peral.
Sin embargo, otras fuentes optan por la prudencia: “el acuerdo no está tan cerca como se está pregonando en el seno del sindicato. La propuesta es muy ambiciosa y la dirección de Iberia cuenta con muchas cuestiones abiertas en estos momentos, que debe tratar de hacer compatibles”.
Trabajando en el nuevo plan
La aerolínea trabaja en estos momentos en un nuevo plan estratégico con las condiciones del ajuste que finalmente quedaron plasmadas en el acuerdo de mediación, firmado por la mayoría de los colectivos, y sus líneas maestras dependerán de cuestiones transversales. Entre ellas se encuentra la negociación con los pilotos y, especialmente, el desarrollo de cuestiones que están en manos de los tribunales, como los laudos relacionados con Iberia Express y el conflicto colectivo presentado ante la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional por los firmantes del acuerdo de mediación.
Además de las condiciones del ERE, los pilotos también están haciendo hincapié en las subidas salariales, que esperan que lleguen a partir del año 2015, además la posibilidad de recuperar el 4% que se ha perdido por los objetivos de productividad.
Mientras, la junta de accionistas de IAG reafirmó que actualmente el papel de Iberia dentro del holding es secundario. Las nuevas aeronaves que encargará estarán destinadas a British Airways y también a Vueling, mientras que Iberia tan sólo dispondrá de flota nueva cuando logre mejorar su productividad.
Las últimas declaraciones del consejero delegado de IAG, Willie Walsh, han dejado claro que la relación entre el holding y el Gobierno español va a ser complicada. El Ejecutivo está muy pendiente del contenido del nuevo plan de Iberia con el fin de que en ningún caso ponga en peligro el desarrollo de la T4. La evolución de Iberia marcará el futuro de la infraestructuras en la que el Estado invirtió 6.000 millones de euros.
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