Poco más de tres meses después de pactar con la mayoría de los sindicatos un duro ajuste en Iberia, a IAG se le ha quedado corto. El consejero delegado del holding, Willie Walsh, apartó los paños calientes para mejor momento y dejó claro en la junta de accionistas de IAG que la aerolínea española necesita más ajustes para lograr el objetivo de la rentabilidad para el año 2015.
Este ajuste adicional tendrá como base las áreas de negocio de mantenimiento y ‘handling’, protagonistas en las negociaciones entre Iberia y los representantes de los trabajadores durante el primer trimestre del año. En el original Plan de Transformación figuraban como grandes damnificadas del ajuste, algo que siempre rechazaron de plano los sindicatos.
No obstante, las intenciones originales de IAG, frenadas por las históricas movilizaciones programadas por los sindicatos (con diez días efectivos de huelga y quince convocados) y por la actuación del Gobierno (que tomó cartas en el asunto ante el potencial deterioro que podría sufrir un sector tan importante en la economía nacional como el turismo), podrían plasmarse en los próximos meses, con un plan alternativo.
La mediación propuesta por el Ministerio de Fomento logró que el acuerdo entre las partes incluyera una significativa rebaja en el número de despidos (cerca de un 30%, desde los 4.500 inicialmente previstos). Pero será complicado que obstaculice un ajuste a través de los negocios de mantenimiento y handling.
Próximas licitaciones
En los próximos meses se pondrán en marcha licitaciones en diversos aeropuertos españoles para la renovación de los servicios de mantenimiento y handling. Los sindicatos pelearon para que Iberia tomara el compromiso de acudir a los concursos “con voluntad de ganarlos”, ya que existen sospechas de que la aerolínea podría presentarse con ofertas poco competitivas, con vistas a aligerar más su plantilla.
Cabe tener en cuenta que en el caso de que Iberia perdiera las concesiones de mantenimiento y handling en los aeropuertos, los trabajadores de estas áreas pasarían a formar parte de la compañía que se hiciera con el contrato, de tal forma que la plantilla de Iberia podría adelgazar más allá del ERE contemplado en el acuerdo de mediación y con el que IAG no termina de estar satisfecho.
Walsh habló muy claro en la junta de accionistas, ante la atenta mirada de algunos representantes de los trabajadores, con los que no se han cerrado ni mucho menos los frentes. Los sindicatos que firmaron el acuerdo de mediación han presentado un conflicto colectivo ante la Audiencia Nacional al interpretar que Iberia ha actuado de mala fe a la hora de negociar los objetivos de productividad, con el único fin de que se pudiera aplicar la rebaja salarial del 4% contemplada para el caso de que no hubiera acuerdo.
¿Verano y otoño calientes?
Mientras, los pilotos, cuyo sindicato no firmó el acuerdo de mediación, sigue sin alcanzar un pacto con la compañía sobre el ajuste. El secretario general del Sepla, Justo Peral, señaló al término de la junta de IAG que la compañía estaba empujando a los pilotos a las movilizaciones con su actitud.
Probablemente no era el mejor escenario para declarar que los ajustes de Iberia son insuficientes pero Walsh ha optado por dejar la diplomacia a un lado. Los firmantes del acuerdo de mediación tienen un compromiso de mantener la paz social hasta mediados de septiembre pero no descartan un otoño caliente. Sin embargo, los pilotos hablan ya de verano caliente ya que no cuentan con este compromiso.
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