Los sindicatos que representan a los trabajadores de los colectivos de tierra y tripulantes de cabina de Iberia procederán a presentar hoy ante el Sistema Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) la petición de mediación, como paso previo a la convocatoria de una huelga que promete ser masiva.
A falta de cuadrar definitivamente el calendario, la convocatoria será en torno a mediados del mes de febrero e incluirá paros para, al menos, cinco días consecutivos. Además, la huelga será de 24 horas y estarán convocados todos los colectivos.
El encuentro urgente que mantuvieron ayer la dirección de Iberia y los representantes de los trabajadores finalizó no sólo sin acuerdo sino con las peores sensaciones por ambos bandos. Los sindicatos, que acudían en busca de que la compañía les confirmara si estaba dispuesta a respetar el acuerdo alcanzado a mediados de diciembre en el SIMA, se fueron con la impresión de que la voluntad de Iberia es, en realidad, la de la parte británica de IAG.
Mientras, en la compañía quedó la sensación de que los sindicatos no habían aceptado negociar una propuesta que mejoraba en gran medida los planes iniciales. A saber, reducción de un 30% en el número de despidos, moderación en los recortes salariales, así como en el recorte de capacidad y compromiso de mantener las divisiones de mantenimiento y handling.
Objetivos incumplibles
Iberia también estaba dispuesta a dar prioridad al ERE actualmente en vigor, otro de los puntos contenidos en el acuerdo del SIMA. Pero todo ello circunscrito a lograr los objetivos contemplados en el Plan de Transformación en 2015 y no en 2017 como planteaban los sindicatos, que consideran que a tres años esas metas son inalcanzables.
Además, las en principio atractivas propuestas de la empresa no podían ser negociadas de forma individual, es decir, debían ser aceptadas en bloque, lo que también va en contra de los citados acuerdos del SIMA. También se contemplaba en este documento la posibilidad de prorrogar las negociaciones más allá de la fecha del 31 de enero, que se estimaba como orientativa, pero Iberia buscaba un acuerdo para ayer, para que no se fuera de la fecha marcada por IAG.
De hecho, la reunión extraordinaria que el consejo de administración de IAG mantendrá hoy evaluará precisamente que el periodo dado para negociar ha finalizado sin éxito, lo que le servirá para aplicar ‘manu militari’ el plan de ajuste original. Pero sobre la mesa se encontrará un elemento adicional: los paros en Iberia.
Mientras, el Gobierno, a través de la ministra de Fomento, Ana Pastor, ha vuelto a hacer un llamamiento al entendimiento entre las partes que, por lo que parece, llega demasiado tarde. Los días que transcurrirán desde hoy hasta el inicio de la huelga serán una cuenta atrás para que el Ejecutivo trate de evitar un nuevo problema: los trabajadores de Iberia podrían prácticamente paralizar el espacio aéreo español.
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