Las decisiones políticas tienen consecuencias económicas y España es un gran botón de muestra. La inestabilidad del Gobierno, las trabas a la actividad privada y la retórica anti empresarial han hecho de nuestro país un destino cada vez menos apetecible para invertir. Esa percepción ha impactado de lleno en el Ibex 35. Desde que Pedro Sánchez llegó al poder, el índice de referencia de la Bolsa española acumula una subida muy inferior a la de los principales indicadores europeos.
Los datos hablan por sí solos y resisten al argumentario del Ejecutivo, tan dado a hablar de bulos: desde el triunfo de la moción de censura contra Mariano Rajoy, el 1 de junio de 2018, el Ibex 35 se ha revalorizado un 12%. El avance es positivo pero pierde todo el lustre si se compara con el comportamiento que han tenido otros índices comparables. El Eurostoxx ha subido un 42% en el mismo periodo.
El ritmo es prácticamente idéntico en el caso de las Bolsas alemana y francesa. Desde que Sánchez fue elegido presidente, el Dax 30 ha avanzado un 41% en Frácfort, mientras que el CAC 40 registra un aumento del 46% en París. En la comparación con los índices estadounidenses, el Ibex se queda por los suelos. El S&P 500 ha subido un 84% el mismo periodo.
En el comportamiento de la Bolsa española han influido factores externos, desde la pandemia a la Guerra de Ucrania, pasando por el endurecimiento de la política monetaria o la más reciente tensión en Oriente Próximo. Esos elementos, sin embargo, han afectado igualmente a los mercados europeos vecinos, como el francés o el alemán. Ese hecho realza el impacto que tienen sobre la inversión y la actividad empresarial tanto el caos político como la incertidumbre regulatoria y la elevada presión fiscal.
El peor balance del Ibex 35 enlaza directamente con otro dato: la debilidad de la inversión. España es el único país de la Eurozona que no ha logrado recuperar los niveles previos a la pandemia. "Los aumentos percibidos en los niveles de incertidumbre por parte de las empresas y el endurecimiento de las condiciones de financiación habrían incidido negativamente sobre sus decisiones de inversión", afirma el Banco de España es su Informe Anual, recién publicado.
La institución que gobierna Pablo Hernández de Cos enumera distintas razones, como "la elevada incertidumbre sobre las condiciones económicas, el impacto acumulado del aumento de los tipos de interés del crédito a empresas y el retraso en la ejecución de los proyectos Next Generation respecto a lo inicialmente previsto".
Hay un factor más, consecuencia directa de la acción gubernamental: "Un elemento de incertidumbre especialmente relevante de cara a las perspectivas de la economía española procede de la vulnerabilidad relacionada con la sostenibilidad de las finanzas públicas, especialmente en un contexto de reactivación de las reglas fiscales a escala europea". Recordemos que la deuda pública ha engordado en 400.000 millones desde que Sánchez se instaló en La Moncloa.
Frenos para el Ibex
España es, desde hace demasiado tiempo, un país poco 'friendly' para invertir. En 2023, sin ir más lejos, la inversión extranjera sufríó una caída del 23%, el peor balance desde el inicio de la pandemia. "La combinación de una retórica y un discurso anti empresariales con las medidas aplicadas desde 2019 y las anunciadas es un poderoso incentivo a la emigración de la inversión", señala en el 'think tank' Freemarket en otro informe.
Entre esas "medidas aplicadas" sobresalen el medio centenar de modificaciones tributarias que Hacienda ha aprobado durante el mandato de Sánchez, según el recuento del Instituto de Estudios Económicos (IEE).
Hay otro ejemplo reciente que evidencia el impacto de las decisiones políticas en la realidad económica. El Club de Exportadores e Inversores Españoles alertó recientemente de que las relaciones comerciales con Israel “se están deteriorando a un ritmo progresivamente acelerado". Para el 'lobby' de exportadores, esta caída es "doblemente preocupante ya que Israel era uno de los pocos países de la región con los que España presentaba superávit comercial”.
Nada hace presagiar un cambio de tendencia que pueda dar un empujón al Ibex 35. Al contrario, muchos analistas creen que Sánchez se concentrará en la política nacional mientras aguante la legislatura, ahora que se le han cerrado casi todas las puertas para acceder a un cargo internacional. La incertidumbre sobre el futuro de España seguirá actuando como freno para la inversión y los indicadores bursátiles.
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