La filial en España del banco chino ICBC, imputado por presuntos delitos de blanqueo de capitales, transfirió a través de Caixabank sólo en el año 2012 más de 188 millones de euros a China. Las cantidades transferidas procedían de operaciones realizadas por los grupos criminales Emperador, Chequian, y Snake. ICBC es el mayor banco del mundo por volumen de activos.
El juez Ismael Moreno, del Juzgado Central de Instrucción número dos de Madrid, ha imputado a la matriz de la filial española del banco chino ICBC, domiciliado en Luxemburgo, por los presuntos delitos de organización y blanqueo de capitales.
En el auto de dicha imputación, el magistrado explica que el banco chino firmó un contrato el 1 de julio de 2011 por el que actuó como banco corresponsal de Caixabank “y a través de él se efectuaron de forma masiva transferencias a China”. Fuentes cercanas al banco con sede en Barcelona han indicado que en todo caso la entidad habría sido otra víctima, y que el contrato con ICBC no supone ningún indicio de colaboración con prácticas criminales.
El embajador de China en España advirtió en marzo que la investigación sobre el ICBC "ha socavado" la confianza de las empresas asiáticas en el país
El auto del juez señala que un informe elaborado en 2013 por el propio ICBC “puso de manifiesto que a través de dicho contrato de corresponsalía con Caixabank, se transfirieron a China tan solo en el año 2012 más de 188 millones de euros, cifras que englobaron a los grupos criminales Emperador, Chequian, y Snake, junto con otros grupos en vías de identificarse”. El magistrado añade que pese “al elevado número de importes transferidos a China (…) no se generó ni se comunicó ninguna operación sospechosa, omitiendo ICBC realizar comprobaciones sobre los clientes emisores”.
Caixabank “se prestó a realizar para el grupo Snake desde diferentes sucursales imposiciones en efectivo que durante los cuatro años investigados han superado la cifra de 60 millones de euros según las declaraciones modelo 171 presentadas por esa entidad financiera (…)”, advierte el auto del juez. El contrato de corresponsalía con la Caixa “fue el instrumento ideado para ampliar sus posibilidades de captar efectivo y realizar el mismo modus operandi de transferir rápidamente el dinero a China”, continúa el auto. “Por parte de ICBC España no se realizó ninguna comprobación de las operaciones que circulaban a través de su cadena de pago pese a ser en muchos casos las mismas entidades de los grupos Snake y Chequia a los que habían animado acudir a la red de sucursales de la Caixa”.
El auto del juez Moreno afirma que los indicios “nos hacen pensar que en los primeros años de actividad del ICBC España se despreció el cumplimiento de la ley, y solo para cubrir las apariencias se hizo ver que se implementaban los modelos de prevención de blanqueo del ICBC Luxemburgo, cuya adaptación a la sucursal española era inviable (…)”. Los investigados “no practicaron ninguna comprobación de control, no han realizado nunca ninguna comunicación de operaciones sospechosas o de comunicaciones sistemáticas”, añade. “Las advertencias y recomendaciones de los oficiales de cumplimiento normativo fueron o directamente ignoradas o implementadas con serias inconsistencias que las convertían en papel mojado”.
Amenaza relaciones bilaterales
La investigación sobre las supuestas prácticas criminales del mayor banco chino en España amenazan con enturbiar las relaciones políticas entre España y China y ralentizar el fuerte nivel de inversión del país asiático en empresas españolas registrado en los últimos años.
El 17 de febrero de 2016 agentes de la Guardia Civil entraron en la sede que ICBC tiene en el Paseo de Recoletos de Madrid, arrestando a cinco de sus directivos, entre ellos el director y subdirector de la sucursal. La operación, explican expertos del sistema financiero chino, sería semejante a que la policía china entrara en la sede de Santander en Pekín.
La embajada china en Madrid envió con motivo de los primeros registros un comunicado en el que advertía que el Gobierno del país asiático “siempre exige a las sucursales de empresas chinas acreditadas en el exterior un riguroso acatamiento a la ley y las estipulaciones tanto de China como del país donde trabajan para realizar una gestión legal”. Y lamentó no haber sido informada por las autoridades españolas de la investigación en curso.
El embajador de China en España, Lyu Fan, advirtió el pasado mes de marzo en una jornada organizada por KPMG en Madrid que lo "sucedido con el caso ICBC ha socavado la confianza de las empresas asiáticas en España. Ha pasado un año y aún no se ha solucionado el caso".
El ICBC, fundado en 1984, obtuvo licencia del Banco de España para instalar una sucursal en el país en octubre de 2010 y en enero de 2011 abrió oficina en Madrid (también está presente en Barcelona). La entidad compró al Ayuntamiento de Madrid en 2012 un edificio en el Paseo de Recoletos(en el que ayer entró la Guardia Civil) para emplearlo como sede, por 21,8 millones de euros, cuando el precio de salida era de 35 millones. El banco cuenta en China con una red de 16.227 oficinas, y cerca de 260 millones de clientes particulares.
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