"Cada vez queda menos tiempo, si no se hacen concesiones ya habrá huelgas", advierten fuentes sindicales que participan en las negociaciones con Indra sobre el recorte de plantilla anunciado por el grupo. De acuerdo a las fuentes consultadas los representantes de los empleados esperan que Indra mejore entre el jueves y el próximo martes las condiciones de los despidos, en particular elevando el número de bajas voluntarias. "Nuestro caballo de batalla ahora son las bajas voluntarias", indican.
Indra ha planteado 1.850 despidos en España y ha ofrecido hasta ahora 25 días por año trabajado y un tope de 14 mensualidades, con distintos tramos dependiendo de la edad. "De esta forma no hay negociación posible, se ha requerido que se retire el ERE", aseguran. Las mismas fuentes recuerdan que en Barcelona ya se han producido concentraciones en la sede de Indra Sistemas y que este jueves está prevista una marcha de los empleados hasta el Parlament "para trasladar a los políticos lo que está pasando". Los sindicatos, señalan, han iniciado ya los trámites burocráticos para solicitar los permisos pertinentes para convocar huelga a partir de finales de la próxima semana.
Abril-Martorell anunció que se habían detectado desviaciones de costes en algunos proyectos que supondrían un resultado negativo de 260 millones
El grupo sostiene que el recorte de plantilla es una medida inevitable y necesaria que se enmarca en el Plan Estratégico 2015-2018 de la compañía, que incluye "un conjunto de líneas estratégicas que tienen como objetivo mejorar sus niveles de competitividad, crecimiento sostenible y rentabilidad". Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra, anunció ante inversores el pasado día 8 de julio que se habían detectado desviaciones de costes en algunos proyectos que supondrían un resultado negativo de 260 millones.
Indra explicó que, como consecuencia de las nuevas estimaciones en dichos proyectos, de la actualización de las hipótesis de negocio y macroeconómicas y del plan estratégico, ha decidido corregir el valor de varios activos por un importe aproximado de 135 millones de euros. Esta corrección corresponde principalmente, en un 87%, al negocio en Brasil y, en menor medida, al Grupo Consultoría y Portugal.
En la reunión que se celebra este jueves está previsto que se planteen ante los representantes sindicales los argumentos económicos de la compañía para plantear los despidos. Los sindicatos subrayan que no se ha explicado bien las desviaciones en proyectos empresariales y que no están dispuestos a cargar con las pérdidas registradas en Brasil o en Lituania.
La multinacional española acordó en 2011 la adquisición de la brasileña Politec por 100 millones de euros, una operación, que según aseguró Indra al regulador del mercado supondría en 2013 unas ventas de 1.000 millones de reales y un Ebit del 9%. Sin embargo, en 2013 las ventas no llegaron a los 750 millones de reales y el Ebit comunicado fue del 0%. En la presentación de sus resultados del primer trimestre de este año Indra ya admitió que la caída en las ventas registradas, un 5% en relación con el mismo periodo de 2014, hasta 702 millones de euros, y del ebit, 7,2 puntos básicos, había estado marcado por proyectos afectados en Brasil y Lituania.
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