La entrada de Grupo Villar Mir en Colonial está viviendo sus últimos capítulos. La estrategia de Juan Miguel Villar Mir para hacerse con el control de la compañía se basa en la alianza que ha establecido con los fondos oportunistas que en los últimos meses se han ido haciendo con paquetes de deuda de la inmobiliaria. De la mano de los nuevos acreedores, el presidente de OHL se asegurará la tranquilidad financiera necesaria para comenzar a tomar los mandos de la empresa.
Desde hace tiempo, Villar Mir cuenta con financiación a cargo de Banco Santander para el abordaje de Colonial. Sin embargo, como manifestó en la entrevista publicada este lunes por Expansión, el elevado endeudamiento de Colonial y su proceso de refinanciación era una circunstancia que le preocupaba de forma notable.
De ahí que los socios de los que hablaba en la citada entrevista no son otros que los tenedores de buena parte de esa deuda, que le acompañan en la operación para asegurarle la tranquilidad financiera necesaria en los próximos meses para poder reestructurar esa deuda, que rentabilizarán posteriormente, habida cuenta del notable descuento con el que estos fondos han comprado la deuda.
Precisamente, la operación está pendiente de que los fondos terminen de adquirir una de las carteras de deuda en poder de entidades financieras extranjeras, cuya negociación se ha enquistado en los últimos días precisamente por el elevado descuento que están solicitando los fondos.
El problema de los blindajes
No obstante, no es este el único problema con el que se está encontrando Villar Mir a la hora de ejecutar el abordaje de Colonial. El blindaje de su cúpula directiva, especialmente de su presidente, Juan José Bruguera, y del consejero delegado, Pere Viñolas, también se ha convertido en un elemento distorsionador de las negociaciones. Bruguera y Viñolas también cuentan con un bonus extraordinario de 2,5 millones de euros en el caso de que cierren con éxito la refinanciación.
En cualquier caso, el interlocutor de Villar Mir en esta operación está siendo el presidente de Caixabank, Isidro Fainé. La relación entre ambos se ha estrechado desde que OHL se convirtió el año pasado en socio de referencia de la concesionaria de infraestructuras Abertis, con una participación de algo más del 18%.
Caixabank cuenta con poco más del 5% de Colonial pero su peso en la inmobiliaria es mucho mayor de lo que representa esta cifra, toda vez que los accionistas de la inmobiliaria están de salida y que Colonial fue en su día la inmobiliaria controlada por La Caixa hasta que a finales de la década de los 90 decidió venderla a través de su salida a Bolsa.
La alternativa: una opción de compra
No obstante, si las circunstancias anteriores no hicieran posible abordar la operación como está previsto, a través de una ampliación de capital que suscribiría en su totalidad Villar Mir, el empresario cuenta con una alternativa que también le permitiría llegar al capital de la compañía con la alianza de los fondos.
Este plan B consiste en una opción de compra de la participación que estaba en manos de Commerzbank, que la heredó a su vez de su filial Eurohypo, y que roza el 20% del capital. La entidad alemana inició hace unos meses su desembarco de la empresa aunque se aseguró un mecanismo para poder recuperar esta participación en el caso de que la citada opción pudiera llegar a materializarse.
De acuerdo con fuentes financieras, la opción de compra está contemplada a un precio de 1,7 euros por acción, aproximadamente un 12% por encima del precio de cierre de Colonial en la sesión de este miércoles. Su ejecución supondría un desembolso algo superior a los 70 millones de euros.
Por lo demás, los fondos que se han hecho con carteras de deuda de Colonial han mantenido reuniones en los últimos días con la compañía como paso previo para cerrar definitivamente la operación.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación