Javier Botín quiere hacer caja con la venta de una de sus filiales estrella en los últimos años: Savia Asset Management, especializada en la gestión de deuda impagada de los bancos y en la compraventa de pisos. JB Capital Markets, el banco de inversión del hermano de Ana Botín, ha sacado en los últimos días a la venta un teaser (información para inversores) con la operación, encargada a Deloitte.
La transación, conocida como Proyecto Evergreen, a cuyos detalles ha tenido acceso Vozpópuli, engloba el equipo de la filial y los contratos de gestión que Savia ha ido firmando desde 2012. Esta sociedad cuenta con 70 empleados, liderados por Antonio Carballo, con experiencia previa en firmas como Vesta Asset Management, Genworth Financial, Moody's, Barclays y Credit Suisse.
La venta de Savia llevaba meses rumoreándose en el mercado. El momento de la operación es clave, ya que el mercado de la compra de carteras bancarias está cambiando a pasos agigantados. Cuando se creó esta filial, había decenas de fondos oportunistas con interés en comprar activos bancarios en España, a raíz de la profunda crisis financiera en la que estaba inmersa el país. Muchos decidieron aterrizar de la mano de Javier Botín, además de por su nombre porque les ofrecía coinvertir con ellos y les facilitaba una plataforma de gestión participada por él mismo, Savia.
Pero desde entonces, la competencia ha aumentado -y por tanto, la rentabilidad disminuye-, los más oportunistas han buscado otros mercados y los fondos que siguen interesados en España han creado o comprado sus propias plataformas. A alguno de ellos se dirige el Proyecto Evergreen.
Javier Botín controla de forma directa un 80% de Savia y el resto está en manos de sus gestores
El folleto de venta eleva a 3.600 millones de euros los activos gestionados por Savia, a través de nueve carteras. De estos, la mayor parte son créditos impagados de pymes y tiene 500 pisos valorados en 50 millones de euros. Esta sociedad generó un ebitda (beneficio bruto de explotación) de 4,4 millones de euros el año pasado y un beneficio neto de 3 millones de euros.
La idea de Javier Botín es traspasar el 100% de Savia. Él controla en torno a un 80% de la filial. El resto está en manos de Carballo y otros socios de la filial. Botín tiene a través de sus acciones derecho "de preferencia y exclusividad" en este tipo de operaciones frente al resto de accionistas.
El hermano de la presidenta de Santander se juega su propio patrimonio en las inversiones que gestiona Savia, ya que la sociedad coinvertía con los fondos en las compras de carteras. Se alió con inversores como York Capital, Yorvik, Marathon y Perry Capital para comprar activos de entidades como CaixaBank, Popular, Liberbank, BMN, Ibercaja y Celeris.
Inyección en un mal momento
La venta de Savia llega en un momento de sequía en la banca de inversión, que se notó en las últimas cuentas de JB Capital Markets. Muchas operaciones se han caído en los últimos meses, como la salida a bolsa de Telxius, por la inestabilidad de los mercados a nivel global y la falta de un Gobierno en España. Fruto de ello, el beneficio atribuido de JB se redujo en tres cuartas partes en 2015, al pasar de los 3,6 millones de 2014 a 780.000 euros. Las comisiones cobradas pasaron de los 23 millones de 2014 a 15 millones el año pasado.
El resultado podría haber sido incluso peor de no ser por un dividendo que JB se apuntó de Savia Asset Management a finales de año, de 2,15 millones de euros.
Para compensar el parón, Botín está apostando por nuevos negocios, como las infraestructuras, para lo que fichó hace unos meses a tres exdirectivos de Santander: Luis Palacios, Carlos García-Monzón y Felipe Mesia.
Savia Asset Management cuenta con otra filial que en principio no estará incluida en la venta: es Savia Financiación, que facilita circulante a pymes y autónomos.
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