Jeff Bezos se ha hecho esta semana con el legendario periódico The Washington Post por casi 190 millones de euros (250 millones de dólares), una cifra que pone dolorosamente sobre la mesa la realidad de la industria multimedia en España: por esos 190 millones podría haberse comprado la totalidad de Prisa (que incluye el diario El País, la Cadena Ser, la editorial Santillana) y casi la mitad de Vocento (ABC, 12 cabeceras regionales, la agencia Colpisa…)
Concretamente, Prisa finalizó ayer con una valoración a precios de mercado en Bolsa de 126 millones de euros, mientras Vocento lo hizo en 128 millones. Las cifras son elocuentes. Sin ir más lejos, en 2007 este último grupo compró el diario Qué por alrededor de 140 millones de euros a Jaime Castellanos, quien ha demostrado ser el gran icono de los pelotazos en el sector media. Este diario ha cerrado ya y sólo continúa en edición digital, pero su precio hace cinco años fue superior al de todo el grupo.
Ahora, el fundador de Amazon se ha hecho con el medio de comunicación más influyente en la historia moderna de EE UU (con permiso de The New York Times), o al menos eso se deduce del caso watergate, lanzado desde sus páginas por los periodistas Bob Woodward (este último sigue ligado a la cabecera) y Carl Bernstein. Un referente internacional para la prensa. Aunque no es un caso único. En 2011, el gigante de la tecnología y las telecomunicaciones AOL se hizo con el Huffington Post por 315 millones de euros.
A 120... hace meses
El Post tiene una tirada algo inferior al medio millón de ejemplares en papel, que dobla los fines de semana. A finales del pasado año, algunos informes de casas de análisis valoraban el diario El País entre 114 y 120 millones de euros, una cifra que equivale a la actual capitalización de Prisa.
Pero, desde entonces, ha tenido lugar un ERE aun sin finalizar en dicho diario, la venta fallida del negocio en América; no se ha alcanzado una solución definitiva con Sogecable y continúan sonando rumores sobre no sólo la asfixia financiera, sino unas tremendas tensiones de liquidez del grupo.
Amazon es una compañía que ayer capitalizaba algo más de 130.000 millones de dólares, es decir, alrededor de 100.000 millones de euros, una cifra que le colocaría como mayor empresa de la Bolsa española, con un 40% de distancia sobre la segunda, Inditex.
El suyo tampoco ha sido un camino de rosas, ya que la compañía sufrió enormemente tras el pinchazo tecnológico. En sus primeros tiempos como empresa on line, sufrió muchas críticas por la falta de infraestructura, lo que llevó al mismísimo Bezos a declarar que tenía que dedicarse incluso a empaquetar pedidos él mismo.
Eran otros tiempos. Después de la debacle bursátil, sube casi un 5.000% desde 2001, es decir, desde menos de 6 dólares la acción a casi 300, donde cotiza ahora, merodeando sus máximos históricos. Y su fundador aparece en todas las listas de ricos mundiales, siendo famoso por algunas 'excentricidades' como su inversión en cohetes especiales. Toda una antítesis de lo que significan los grupos de prensa en España, que tienen gran solera pero parecen condenados, irremisiblemente, a ser pasto de los nuevos colosos del sector.
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