El concurso de acreedores de Alteco, sociedad patrimonial del expresidente de Metrovacesa Joaquín Rivero, cuenta con nuevos ingredientes. El informe de la administración concursal presenta una serie de acreedores con deudas no reconocidas por la instrumental, por un valor total muy próximo a los 17 millones de euros.
Entre estos acreedores se encuentran Banco Popular, Banco Sabadell, BBK y Deutsche Bank, además de firmas profesionales como la consultora liderada por el exministro de Defensa Eduardo Serra (Eduardo Serra y Asociados) y Tescor Profesionales Asociados, sociedad del abogado, exconsejero de Prisa y consejero de Sacyr Matías Cortés.
Las deudas fueron incluidas en el informe de la administración concursal, que recibió las correspondientes insinuaciones de crédito de los acreedores. Sin embargo, Alteco está disconforme con estas reclamaciones al no reconocer estos pasivos por lo que ha procedido a cursar la correspondiente reclamación.
Los diferentes procesos iniciados a raíz de cada una de estas reclamaciones se están dirimiendo en los tribunales. La cantidad más voluminosa corresponde de Deutsche Bank, con seis millones de euros, mientras que Banco Sabadell reclama 3,35 millones, cifra muy similar a la presenta la demanda de Eduardo Serra y Asociados.
El resto se corresponde con un millón de euros reclamado por BBK Bank Cajasur y una pequeña cuantía del despacho de Matías Cortés.
Proceso judicial con Prasa
Fuentes jurídicas señalan que buena parte de las reclamaciones están relacionadas con un proceso judicial que mantiene la sociedad de Rivero con la inmobiliaria cordobesa Prasa que, en su día, fue de la mano del empresario jerezano tanto en el capital de Metrovacesa como posteriormente en el de la francesa Gecina.
Prasa vendió recientemente la participación del 1,5% que mantenía en la inmobiliaria gala. Entre esas reclamaciones estaría la de la consultora del ex ministro Serra.
Por el momento, Alteco ha procedido a provisionar la cuantía de las reclamaciones a la espera de que se resuelvan en los correspondientes tribunales. La sociedad se encuentra desde hace casi un año en concurso de acreedores, después de que no lograr el acuerdo íntegro con la banca acreedora para refinanciar la deuda, relacionada con la participación de Rivero en Gecina, de la que llegó a ser presidente, y que asciende a algo más del 16%.
Uno de los mayores concursos
Fue en concreto la francesa Natixis la única que rehusó aceptar la propuesta de refinanciación de Alteco, pese a que la instrumental había amortizado parte del préstamo sindicado y tenía al corriente el pago de intereses, por lo que Rivero optó por acudir a la figura del concurso de acreedores con el fin de proteger su participación en Gecina, pignorada como garantía del crédito.
De hecho, los acreedores trataron de ejecutar esta garantía en Luxemburgo, donde se encuentran depositadas las acciones pero el juzgado de lo Mercantil número de 8 de Madrid, que se encarga del concurso de Alteco, emitió un auto por el que se impedía cautelarmente la ejecución.
Alteco presentó un pasivo de 1.600 millones de euros, lo que convierte a su concurso en uno de los mayores que se han registrado durante la crisis.
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