El mismo día en el que aprobó una nueva reforma energética para equilibrar “definitivamente” el desequilibrio de costes e ingresos del sistema eléctrico (el famoso déficit tarifario), el Ministerio de Industria admitió que el agujero podría alcanzar este año otros 3.000 millones de euros más, una cifra que ha provocado bastante desconcierto en las eléctricas y que choca con las previsiones oficiales de Industria y de su secretario de Energía, Álvaro Nadal.
Dichas previsiones figuran en la Orden de Peajes remitida el pasado día 16 por Industria a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) mediante la que se articulará la próxima subida de la luz de agosto, y en la que no se contempla que se genere déficit. Incluso prevé un pequeño superávit de 18,8 millones de euros.
Pero el ministro de Industria, José Manuel Soria, tiene presente que este año el déficit puede situarse entre 2.500 y 3.000 millones y, según fuentes de su departamento, las eléctricas “ya están informadas” de que tendrán que financiarlo ellas en su balance como deuda durante hasta quince años porque ya no habrá más emisiones del fondo de la deuda eléctrica, el Fade, un mecanismo “diabólico”, según Industria.
La tesis que se maneja en algunas empresas eléctricas es que José Manuel Soria no las tiene todas consigo respecto a un crédito extraordinario de 2.200 millones de euros con cargo a los Presupuestos Generales del Estado del año 2013 que el Consejo de Ministros aprobó en febrero pasado como proyecto de ley. La norma fue aprobada por el Congreso, con cierto retraso, a finales del mes pasado y está pendiente de su trámite por el Senado.
Fuentes del sector ponen en duda que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, acabe dando el sí a que Industria disponga de ese dinero, que pretende cubrir “determinados costes del sistema eléctrico, ocasionados por los incentivos económicos para el fomento a la producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energías renovables”, según el Gobierno. “Todo dependerá de cómo evolucione el déficit público, la gran obsesión de Montoro”, apunta una fuente del sector.
El propio Soria reconoció cuando anunció ese crédito que este computará o no como déficit público "en función de si se utiliza o no". El ministro especificó que "una cosa es que se apruebe y otra cosa es que se utilice o no se utilice, lo que no podemos saber" en este momento, dijo entonces.
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