El vicepresidente y dueño de Abanca, el venezolano Juan Carlos Escotet, ha reconocido que la entidad ha estado estudiando diversas opciones para realizar adquisiciones tanto en España como en el extranjero. "Hemos estado explorando opciones y no descartamos alguna adquisición", ha explicado durante la rueda de prensa de los resultados correspondientes al ejercicio 2015. "Consideramos que tenemos una capacidad instalada en nuestro territorio suficiente para abrirnos a otros mercados con mejores oportunidades. Consideramos seriamente llevar a cabo compras", ha insistido.
La entidad perteneciente al venezolano Grupo Banesco está ultimando la compra de Corporación Financiera Habana, entidad perteneciente al perímetro de Caja Madrid. "Estamos en los últimos trámites, en la fase final y esperando la aprobación definitiva de las autoridades cubanas", ha señalado Escotet, cuyo grupo bancario está presente en 16 países. Pero el banquero ha reconocido que los actuales momentos de consolidación del sector pueden generar oportunidades, y Abanca estudiará expandirse mediante compras, en la "periferia" de España o en América, "donde puede haber oportunidades de negocio mayores".
La posibilidad de comprar otras entidades por parte de Abanca/Banesco llega en un momento en que el sector anticipa una inminente ronda de fusiones y adquisiciones, si bien las propias entidades (sobre todo las medianas) parecen ponerse de lado y reivindicar su independencia. Analistas y bancos de inversión señalan a Bankia, Popular y las cajas medianas (los llamados siete enanitos) como los grandes candidatos a protagonizar la última consolidación del sector. Pero todas han insistido en su voluntad de seguir con autonomía.
Más de 330 millones de beneficio
Más allá de los objetivos de futuro, el banco gallego presentó sus resultados correspondientes al ejercicio pasado. La entidad obtuvo un beneficio neto de 330 millones de euros, con una rentabilidad sobre recursos propios del entorno del 9%. Los beneficios son menos de un tercio más reducidos que el ejercicio anterior, toda vez que en 2014 los beneficios fueron extraordinariamente altos por medio a una fuerte activación de créditos fiscales y una reversión de las provisiones dotadas tras la nacionalización de la antigua Novagalicia.
En 2015 la entidad de matriz venezolana no llevó a cabo reversiones de las provisiones significativas ni activación de créditos fiscales. Aunque tal y como reconoció el propio Escotet, la posibilidad de volver a activar parte del aún notable volumen de créditos fiscales es una posibilidad que estudiará Abanca en 2016 y próximos ejercicios.
Más allá de los resultados, Escotet desveló el impacto que la sentencia de las cláusulas suelo ha tenido en los resultados del banco. En concreto, desde la anulación de las mismas, en mayo de 2013, cada año se han registrado unas pérdidas de 120 millones de euros. La entidad, no obstante, no ha provisionado nada (ni siquiera ha elaborado los cálculos) en relación a una hipotética sentencia de la justicia europea que oblogara a devolver los importes cobrados por dichos suelos antes de mayo de 2013.
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