Ciertas dosis de pasión latina, combinadas con un elevado rigor profesional, además de implicación, energía y creatividad hacen de los ejecutivos españoles un valor al alza... para las multinacionales extranjeras. Puede que sus apellidos no sean tan conocidos como los de Alierta, Botín, Fainé o Brufau pero se trata de profesionales que están asumiendo puestos de alta responsabilidad lejos de nuestras fronteras. Son sólo la punta del iceberg de un fenómeno acelerado con el paso del tiempo: la exportación de talento directivo español.
Esta 'fuga' de directivos, en muchas ocasiones "obligada" por la crisis económica, ha contribuido a que este tipo de profesionales "se coticen cada vez más en el mercado internacional", según un informe publicado por la firma de selección de personal Hays. El mercado nacional se ha quedado pequeño para muchos y fuera cuentan con mimbres para crecer.
"De alguna manera la crisis ha sentado bien a los directivos españoles. Muchas compañías nacionales se vieron obligadas a salir al exterior y sus ejecutivos se han transformado en positivo", asegura Ariadna Berdugo, especialista en la búsqueda directa de ejecutivos dentro de la empresa Hays. Y prosigue: "Se han enfrentado con éxito a distintas culturas y a diferentes situaciones, muy enriquecedoras, y esta experiencia ahora se cotiza".
Particularmente apreciados en ámbitos como la ingeniería, los proyectos de construcción o la actividad industrial, sobre todo automoción, "muchos son profesionales que, de la noche a la mañana, se vieron obligados a tirarse a la piscina y supieron salir a flote", según Berdugo.
"Cuando hacemos búsquedas de personal fuera de España nos piden que haya candidatos españoles", dicen desde una firma cazatalentos
Sin embargo, no sólo la crisis ha propiciado la aceleración de esta tendencia. También influye su mejor formación. En este capítulo, gran parte de la 'culpa' la tienen las escuelas de negocios de Madrid o Barcelona, con gran prestigio en el exterior, y por cuyas aulas han pasado muchos de estos ejecutivos. Un ejemplo de éxito es el Máster en Dirección de Empresas que se imparte en el IESE, y que este año celebra su 50 aniversario. "El 90 por ciento de nuestros alumnos trabaja a los tres meses, y en general, lo hacen fuera de España. Nuestra vocación internacional se nota en todo, tanto en el profesorado como entre los alumnos, de los cuales un 80% del MBA son extranjeros", explica su director, Nico van den Brink. Entre las empresas que acuden a las escuelas de negocios con sede en España a reclutar talento, "la consultoría y la banca tienen un peso importante, aunque también las farmacéuticas y de energía y por supuesto, todo lo relacionado con tecnología", añade.
"Nada que envidiar"
Valorados especialmente en países como México y Brasil, cada vez son más las voces que defienden que los directivos españoles no tienen nada que envidiar a los de otros países. "Están muy bien preparados, saben más inglés que antes y además son más baratos de contratar", manifiesta al respecto José Ramón Pin, profesor de Recursos Humanos y Ética en el MBA del IESE.
Una postura que comparte Nerea Figuerido, socia de la firma de cazatalentos Alemany&Partners: "Hay que tener en cuenta el crecimiento de los mercados y que ellos demuestran que lo hacen bien; de hecho, el español está compitiendo con otros directivos extranjeros al mismo nivel".
¿Qué diferencia a los directivos españoles?
"Aportan estilos de gestión diferentes y tienen una formación muy buena y sólida", apunta Figuerido añadiendo que además de haber solucionado la falta de dominio de idiomas, principalmente el inglés, también destacan por sus dosis de creatividad. "Tienen una manera distinta de hacer las cosas marcada por el rigor y la creatividad, y eso aporta valor", remata al respecto.
"Los ejecutivos españoles están muy bien preparados y además son más baratos de contratar", dice el profesor Pin
Entre los rasgos propios de los españoles que les hacen más atractivos para determinados puestos directivos en el extranjero no podía faltar su flexibilidad: "Somos muy sociables y eso facilita la interacción con otras culturas. Simplemente solemos encajar bien y eso favorece que se les dé oportunidades. Es más, cuando hacemos búsquedas de personal fuera de España nos piden que haya candidatos españoles. Saben hacer crecer los negocios de forma rentable y se adaptan bien a entornos nuevos a diferencia de directivos de otras nacionalidades, que fuera de ambiente no funcionan".
"Hemos descubierto que también se aprende de los errores y esto ha hecho que nos hayamos ganado el respeto internacional y una merecida buena imagen", concluyen.
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