La Corte de Apelación de la Cámara de Empresa holandesa ha señalado al fundador de Zed WorldWide, Javier Pérez Dolset, como principal responsable de la "mala gestión" de la matriz de la tecnológica, Zed+, entre 2012 y 2014, por lo que ha desestimado revocar su destitución como director.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, destituye además a todos los miembros del consejo supervisor, integrado entre otros por Wisdom -sociedad participada en su mayoría por la familia Pérez Dolset- y prorroga durante un año el cargo como administrador de Peter Wakkie, actualmente investigado en la Audiencia Nacional por su supuesta responsabilidad en la quiebra del grupo.
Nacida en 2012, Zed+ se constituyó como un "holding" que aglutinó las actividades desempeñadas hasta la fecha por el Grupo Zed-España y el ruso Tema, liderado por el empresario Vage Engibaryan, de cara a debutar en el índice Nasdaq estadounidense.
Para ello, aumentó su endeudamiento un año más tarde por medio de un crédito sindicado, con ING Bank como banco agente, por valor de 140 millones de euros, de los cuales 85 se destinarían a cancelar uno anterior y 40 al proyecto de salida a Bolsa que nunca llegó a ejecutarse.
La unión de ambos negocios no convenció al Grupo Planeta, cuya participación en Zed WorldWide alcanzaba un 20 % en ese momento y que alegó reticencias comerciales para no incorporarse como accionista a esta nueva sociedad, en la cual pronto surgieron discrepancias.
A este clima de tensión alude precisamente la querella de la Fiscalía Anticorrupción por el presunto fraude en las subvenciones recibidas por la tecnológica, causa dirigida por el juez Manuel García Castellón.
Las pesquisas, que investigan además presuntos delitos de falsedad en documento mercantil y administración desleal tuvo su origen en la denuncia del propio Dolset contra sus socios rusos, Vage Engibaryan, Sergey Gorbuntsov y Vladimir Turovetsky, quienes, según Dolset, querían sacar de Zed+ a los inversores españoles "mediante coacciones y amenazas".
Pérez Dolset fue detenido el pasado 29 de junio junto a otras siete personas por un presunto fraude de subvenciones que ocasionó un perjuicio patrimonial de más de 100 millones de euros proyectado "directamente entre los accionistas de la compañía, las entidades que la financiaron y los organismos públicos que le concedieron subvenciones", sostiene Anticorrupción.
El fundador de Zed fue el único de los arrestados para el que se decretó prisión provisional, que abandonó casi un mes después tras depositar la fianza de 60.000 euros acordada por el juez García Castellón.
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