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Un eurodiputado denuncia ante Bruselas "el control político de Kutxabank"

El europarlamentario español Enrique Calvet remite un escrito a la Comisión Europea a raíz del acuerdo que permite que la fundación BBK siga controlando la entidad.

La Comisión Europea estudiará el proceso por el que se permitió a Kutxabank no salir a Bolsa y seguir bajo el control de la Fundación Bancaria BBK. El eurodiputado español Enrique Calvet, miembro del grupo parlamentario ALDE (liberales y demócratas) ha remitido un escrito con preguntas en el que emplaza al ejecutivo comunitario a dar su opinión sobre una solución que permitirá a un partido político mantener el control efectivo de la entidad bancaria vasca, algo contrario en su opinión al espíritu de la legislación vigente. 

"En Kutxabank el control político es manifiesto, situación reforzada al no haberle sido exigida su salida a Bolsa para evitarlo"

A finales de abril, el presidente de la BBK, Xabier Sagredo, anunció que la entidad había llegado a un acuerdo con las autoridades para dotar un fondo de reserva de unos 240 millones de euros, una solución que supone la no obligación de sacar a Bolsa una parte mayoritaria de las acciones de Kutxabank. Y es que pese a que la intención del Gobierno y de las autoridades europeas es que todas las antiguas cajas cotizaran en los mercados, la normativa de cajas de ahorros, de octubre de 2015, fijaba la posibilidad de dotar un fondo con capital para aquellas fundaciones bancarias que no quisieran perder el control de sus bancos.

Tal y como señala el diputado europeo Calvet en su escrito a la Comisión Europea, en el caso de Kutxabank "es la fundación bancaria BBK -antes caja de ahorros BBK- la que controla el 57% de su accionariado y, por tanto ejerce un control mayoritario. En esta fundación, nueve de los quince miembros de su patronato están designados por el Partido Nacionalista Vasco y/o por entidades políticas regionales fundadoras de la antigua caja de ahorros BBK. En el consejo de administración de Kutxabank, diez de sus quince miembros han sido designados por ese mismo partido político. En Kutxabank el control político es manifiesto, situación reforzada al no haberle sido exigida su salida a Bolsa para evitarlo", explica.

Estos hechos llevan al europarlamentario a preguntarles a los miembros de la Comisión si están "al corriente de esta situación", así como por las razones objetivas que permitan este grado de control político sobre una entidad financiera. "Visto el caso de Kutxabank, ¿considera que los objetivos del Memorando se están cumpliendo?", concluye. Desde la entidad financiera vasca optan por no hacer declaraciones ni responder a las preguntas del parlamentario, toda vez que consideran que toda la operación es perfectamente legal y ha sido supervisada en todo momento por las autoridades competentes.

El Banco de España fijó la cantidad a pagar

"Se ha permitido la entrega de un banco a un partido político", opina Calvet en declaraciones a este diario. Cree, además, que aunque se haya podido cumplir la legalidad de una forma estricta, se ha hecho una excepción a un plan que estaba destinado a terminar con todas las antiguas cajas cotizando en los mercados. Lo cierto es que fue el Banco de España, durante meses de negociación a partir de la legislación diseñada por el Gobierno, quien fijó la cantidad a aportar por Kutxabank para evitar su salida a Bolsa. 

Los 240 millones exigidos por el supervisor bancario se quedan muy por debajo de los 700 calculados inicialmente para dotar el fondo de Kutxabank

Los 240 millones exigidos por el supervisor bancario se quedan muy por debajo de los 700 millones calculados inicialmente para dotar el fondo de reserva que ha de dotar Kutxabank. "Mucha generosidad" por parte de los supervisores, según explica el diputado europeo. Desde el Banco de España explican que la institución tuvo 2 meses para responder al requerimiento enviado por la entidad financiera vasca. La concreción de la cantidad finalmente impuesta dependió por tanto del supervisor español.

Kutxabank ha sido hasta el momento la única antigua caja de ahorros española (al margen de Ontinyent y Pollença, que no salen de sus ámbitos geográficos) que ha podido evitar la salida a Bolsa y por lo tanto que ha garantizado el control por parte de las instituciones herederas de la antigua BBK. No correrán la misma suerte entidades como Unicaja (cuya cotización está prevista que empiece antes de 2017), Banco Mare Nostrum o Ibercaja. Precisamente ésta última entidad consiguió dos años más de margen para fijar su salida a Bolsa gracias al acuerdo entre BdE y Kutxabank: el contador se puso a cero tras la respuesta del regulador a la entidad vasca, por lo que su homóloga aragonesa tendrá hasta 2020 para salir a los mercados.

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