En sólo cuatro meses, Ángel Simón ha hecho méritos suficientes para relevar a Isidro Fainé en el trono de La Caixa. A la vista del estado de forma del veterano banquero de Manresa, la sucesión es un capítulo lejano aún en el horizonte de la entidad. Ahora bien, la 'revolución' que ha protagonizado, desde el pasado 25 de enero, el consejero delegado de CriteriaCaixa evapora las incertidumbres que sobrevolaban sobre el grupo, por la resistencia de Fainé a aclarar el plan sucesorio.
"Lo está haciendo de cine", confesaba este viernes, en caliente, un profesional próximo a Simón, tras conocer el nuevo golpe de efecto del directivo, también manresano. Poco después de abrir la bolsa, CriteriaCaixa comunicó su desembarco en el capital de ACS, con la adquisición de un 9,4% del capital.
Nadie en el mercado esperaba tal movimiento, de ahí que la noticia corriera como la pólvora en Barcelona. Muchos 'VIP' del empresariado catalán se enteraron en la reunión anual del Cercle d'Economía, en el Palau de Congresos, ubicado a menos de dos kilómetros de las Torres Negras de La Caixa en la Diagonal. La compra de acciones, valorada en casi 1.000 millones, tiene todo el morbo empresarial: tras algún periodo en el que se enfriaron las relaciones, Fainé y Florentino Pérez vuelven refozar sus lazos. Tanto que el presidente CriteriaCaixa tendrá un asiento en la mesa del consejo de administración de ACS, presidida por el constructor madrileño.
A ningún alto directivo se le escapa la importancia del viraje que Simón ha dado al holding industrial en un tiempo récord. En una operación relámpago, el flamente consejero delegado ha dado un vuelco a la cartera industrial de La Caixa, evidenciando con ello la falta de ímpetu que caracterizó a la última etapa de su antecesor, Marcelino Armenter. Fuentes próximas al grupo aseguran que el empuje de Ángel Simón no sólo ha dado una nueva vida a CriteriaCaixa; también una inyección extra de vitalidad al ya de por sí hiperactivo Fainé, quien encara el -probablemente- último mandato de su carrera (cuando expire tendrá 85 años).
El holding ha escalado en el accionariado de sus dos participadas más importantes: Telefónica y Naturgy. En la primera duplicará su presencia para igualar el peso de la Sepi (10%). En la segunda seguirá comprando acciones a través de una OPA conjunta, que se fragua en estos momentos en despachos de Barcelona y Abu Dabi, donde está domiciliada Taqa. Telefónica y la compañía gasista son estratégicas para España, un 'matiz' que dota a Fainé de enorme capacidad de influencia con cualquier Gobierno de turno.
Inversiones de CriteriaCaixa
No tienen el mismo carácter estratégico pero sí están en la cresta de la ola Puig y Colonial, las otras dos empresas donde CriteriaCaixa acaba de lanzar la caña. A principios de mayo, compró el 3% de las acciones del grupo de moda y perfumería en su salida a bolsa, la mayor de Europa este año. Y a mediados del mes, anunció su plan de elevar del 3% al 17% su participación en Colonial.
Ambas operaciones, más la de ACS, se han acometido en sólo 21 días, lo que muestra la seguridad y la claridad de miras con la que está actuando Simón. Quienes han trabajado codo con codo con él recuerdan su capacidad para manejar los tiempos y las formas. La entrada en ACS se ha hecho previo pacto con Florentino Pérez. Lo mismo ha ocurrido en los casos de Puig y Colonial. El tándem Fainé-Simón también ha llamado al Palacio de La Moncloa antes de avanzar en Telefonica y Naturgy.
Un consultor estratégico recuerda, desde el anonimato, las diferencias entre el 'modus operandi' de CriteriaCaixa y el del otro grupo español que está protagonizando otra gran operación este año: BBVA. Carlos Torres no avisó a Josep Oliu de que su banco deseaba de nuevo una fusión con Sabadell. Más tarde, tras recibir la negativa del banco, disparó por sopresa una OPA hostil, en plena campaña electoral catalana, ganándose la 'enemistad' del Gobierno. Son dos maneras de entender las partidas de ajedrez empresarial. Una cuestión de formas y de tiempos. El estilo La Caixa frente al modo McKinsey.
Ni a Simón ni, por supuesto, a Fainé se les habría ocurrido nunca colarse sin llamar en el capital de ACS. Al contrario, la cúpula de CriteriaCaixa ha explotado en las negociaciones el lado positivo que la operacion otorga al grupo de infraestructuras. El músculo financiero de La Caixa aportará gasolina para el plan estratégico de ACS y su presencia accionarial dará estabilidad a la constructora, con un Florentino Pérez en proceso de retirada. El empresario está totalmente volcado en el Real Madrid desde hace tiempo y ha delegado toda la gestión de las constructora en su CEO, Juan Santamaría, con el que tiene absoluta confianza.
Fuentes del entorno de La Caixa dan por hecho que Ángel Simón intentará completar su baraja de participadas con el retorno a Agbar. El grupo catalán salió del capital de la compañía de aguas en 2014. Es en esta empresa donde Simón ha vivido buena parte de su carrera profesional, desde 2010 como presidente ejecutivo.
Lo cierto es que Veolia, dueño de Agbar, lleva años sin dar un empujón a su estrategia en España. En las Torres Negras ya están analizando si esa falta de apetito puede allanar la vuelta de CriteriaCaixa. Sería una victoria simbólica para el gran 'delfín' de Isidro Fainé. El candidato número 1 para marcar, en el futuro, el rumbo de La Caixa desde el puente de mando de la Diagonal.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación