El Juzgado Mercantil número 1 de Barcelona ha acordado abrir la fase de liquidación de La Seda de Barcelona, lo que tendrá entre otras consecuencias la disolución de la sociedad. Así lo ha anunciado la empresa en una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La decisión del juzgado también implica la suspensión durante la fase de liquidación de las facultades de administración y disposición de la sociedad sobre su patrimonio, así como el cese del órgano de administración.
El órgano rector quedará sustituido por la administración concursal, si bien el administrador social continuará con la representación de la empresa en el procedimiento concursal y sus correspondientes incidentes. Otra de las consecuencias será el vencimiento anticipado de los créditos concursales aplazados y la conversión en dinero de los que consistan en otras prestaciones.
La Seda de Barcelona solicitó el pasado 3 de enero al juzgado la apertura de la fase de liquidación, con el objetivo de facilitar un "proceso ordenado de venta de los negocios, garantizando su continuidad". La empresa dijo en ese momento haber recibido diversas manifestaciones de interés y ofertas por dichos negocios.
Unos meses antes de esta petición, en junio del año pasado, La Seda de Barcelona había presentado concurso voluntario de acreedores ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo de refinanciación de un préstamo sindicado de 235 millones de euros para reestructurar su deuda.
Según el informe de la administración concursal tramitado a la CNMV, la compañía catalana cuenta con un patrimonio negativo de 111,8 millones de euros, con una masa activa de 624,2 millones y créditos concursales por valor de 736,1 millones.
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