El estudio que realizó el pasado mes de junio la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) convirtió a esta crema antiarrugas en un producto ansiado y exclusivo, desbancando así a otros productos mucho más caros –esta crema está a la venta por 2,99€- y de venta en farmacias.
Dicho análisis, realizado entre octubre de 2013 y enero de 2014, mostraba las prestaciones y el precio de cada una de las 14 marcas que fueron estudiadas. Tal y como explican desde la organización “el objetivo del estudio es comparar y medir la eficacia antiarrugas de las cremas que se venden para tal fin”. La ganadora, para sorpresa de muchos, resultó ser Cien Q 10, el producto estrella de la cadena alemana que consiguió una nota de 64 sobre 100.
Además, la Organización de Consumidores destaca que Cien Q 10 tenga el precio fijado y no sea como el resto de productos que presenta variaciones en función del establecimiento en el que se realice la compra.
El informe de la OCU ha hecho que se llegaran a vender 200.000 unidades en un día, volumen que hasta el momento se vendía en un año
Así fue como comenzó este revuelo acerca del producto, que aún hoy permanece, y ese aluvión de críticas positivas acompañado de un aumento de las ventas que han ido más allá de lo esperado. Desde la cadena alemana Lidl explican a Vozpópuli que aunque la crema ya era un producto habitual en la cesta de muchos clientes “desde que se hiciera público el informe de la OCU la popularidad de la crema ha crecido de forma notable llegándose a vender en un día 200.000 unidades, volumen que hasta el momento se vendía en un año”.
Actualmente, ante la dificultad del proveedor de hacer frente a esta repentina demanda, las estanterías de los supermercados están vacías porque el producto está agotado, aunque Lidl ha explicado que “la siguiente reposición tendrá lugar durante el mes de noviembre en todas las tiendas de ámbito nacional”, pero aún no concretan la fecha exacta.
“La siguiente reposición tendrá lugar durante el mes de noviembre en todas las tiendas del ámbito nacional”, aseguran desde Lidl
Mientras tanto, la cadena de supermercados se muestra satisfecha con lo ocurrido, según cuentan a este periódico, y aseguran que es una gran oportunidad para que los consumidores conozcan todo el surtido de productos y vean que “nuestras marcas propias ofrecen productos de muy alta calidad a precios muy competitivos”.
Es la ganadora pero no tienen resultados milagrosos
A pesar de haber resultado la ganadora de entre las catorce marcas analizadas, lo que advierten desde la organización del consumidor sobre estas cremas, es que los resultados que pueda producir no son milagrosos. Es decir, se reducen levemente las arrugas pero explican que son resultados medidos por métodos científicos por lo que apenas son visibles al ojo humano.
Al igual que ese aspecto fue explicado desde la misma Organización de Consumidores, también se aseguró hace poco que Cien Q 10 no tiene ningún componente nocivo para la salud. Y es que debido a tanta fama sobrevenida se extendió un bulo en el que aseguraban que la crema contenía parabenos no recomendados. Ante esto, la empresa ha explicado a Vozpópuli que están seguros de la máxima calidad del producto “no solo por lo publicado en el informe de la OCU, sino por los controles y estándares de calidad a los que sometemos todos nuestros productos”.
La OCU ha asegurado que esta crema no tiene ningún componente nocivo para la salud pero advierte de que los resultados no son milagrosos
A pesar de todas las críticas positivas, la OCU ha querido destacar que en el etiquetado de este tipo de productos hace alegaciones innecesarias o vacías de contenido. Por ejemplo, algunos productos que alegan “hipoalergénico”, contienen fragancias con elevado riesgo de producir alergias. Otros alegan “testado dermatológicamente”, pero no indican cual es el parámetro testado, por lo que no dan ninguna información relevante al consumidor. Desde la OCU aseguran que “alegar propiedades que por definición los cosméticos deben poseer no es más que un reclamo publicitario”.
Lo que está claro es que esta fama ha incrementado el número de clientes de Lidl y que ahora, tal y como explican a este diario, “nuestro reto es intentar que trasladen esa confianza al resto de productos de nuestro surtido”. Pero lo más importante es que con estos ejemplos es con los que poco a poco, tal y como aseguran desde la OCU, “hay que desterrar la idea de que los precios elevados son indicativos de una mayor eficacia”.
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