La causa abierta por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco para investigar la gestión de Ignacio González, ex presidente de la Comunidad de Madrid, que ha desencadenado la llamada ‘operación Lezo’, está penalizando en bolsa a OHL. Su nombre aparece en la investigación por una presunta comisión pagada a González a cambio de la adjudicación de una obra ferroviaria. Las sospechas recaen sobre Javier López Madrid, consejero de la compañía y yerno de su principal accionista y ex presidente del grupo, Juan Miguel Villar Mir. En paralelo, y a mucha distancia, otra cotizada padece los males de las pesquisas del juez Velasco. Se trata de Ferroglobe, cuyo presidente también es López Madrid.
Desde que el pasado 20 de abril se pusiera en marcha la ‘operación Lezo’, la cotización de ambas empresas se ha resentido de forma notable. Curiosamente, ambos valores se han depreciado proporciones similares, algo más del 12% desde esa fecha. En el caso de OHL, la caída contrasta con el buen comportamiento del índice de referencia del mercado español, el Ibex-35, que ha avanzado casi un 8% en el mismo periodo. Mientras, el Nasdaq, el mercado neoyorquino en el que cotiza Ferroglobe, ha subido cerca del 3%.
Ferroglobe es el resultado de la fusión de Ferroatlántica, empresa del Grupo Villar Mir (GVM), con la estadounidense Globe, cuyo cruce de caminos dio lugar a un gigante mundial en el sector de ferroaleaciones. Tras la constitución de la nueva compañía, GVM, que posee una participación mayoritaria en el capital, designó a López Madrid como vicepresidente ejecutivo. A primeros de año pasó a ser su presidente.
La ‘operación Lezo’ ha hecho que la figura de López Madrid sea vista definitivamente con recelo por parte de los mercados. Su detención y posterior puesta en libertad tras abonar una fianza de 100.000 euros ha generado una desconfianza palpable en el comportamiento de los títulos de las empresas en las que representa un papel protagonista.
Las compañías se explican
En el caso de OHL, llueve sobre mojado. Su implicación en el escándalo de las tarjetas opacas de Bankia, con condena incluida, ya le puso en el ojo del huracán, aunque fuera de los primeros en devolver el importe que gastó y no declaró. La compañía notificó este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que, fruto de una investigación interna, localizó dos transferencias a sociedades en el exterior relacionadas con la trama en torno al Canal de Isabel II, el epicentro de la investigación de la gestión de Ignacio González, pero precisó que no había indicios de irregularidades en ellas y que, en ningún caso, tenían nada que ver con López Madrid, toda vez que su puesto en el consejo de administración nunca ha tenido carácter ejecutivo.
OHL tampoco localizó transferencia alguna por valor de 1,4 millones de euros a una cuenta de Suiza, que presuntamente se habría realizado para abonar una comisión a Ignacio González a cambio de la adjudicación de la línea de cercanías entre Móstoles y Navalcarnero.
Por su parte, Ferroglobe también se apresuró a comunicar al supervisor bursátil estadounidense que las investigaciones de las autoridades españolas no tenían relación con la compañía ni con las actividades de López Madrid en ella.
Sin embargo, a los mercados no les han convencido las explicaciones. La situación de López Madrid se complica por momentos. Según el diario Expansión, los consejeros independientes de OHL tratan de articular la salida de su polémico compañero de mesa. Por su parte, el consejo de Ferroglobe está pendiente de los próximos acontecimientos en torno al desarrollo de la operación.
Todo apunta a que ha llegado la hora de tomar decisiones. Y de ellas, probablemente, dependerá que la sangría bursátil de las compañías ligadas a López Madrid se detenga o prosiga.