Semanas y días convulsos en Makro. Metro Group, el grupo matriz, ha decidido recientemente partirse en dos para volverse más atractivo para los inversores y de cara a una futura salida a bolsa. Por un lado quedarían Media Markt, Saturn y la división relacionada con la electrónica, que enfrenta un reto de futuro en la competencia de Amazon y la ola de e-commerce. Por el otro quedaría la división dedicada a alimentación, principalmente Metro y Makro. Desde este 30 de septiembre, final de su año fiscal, quedará el grupo dividido aunque la partición no se completará del todo hasta bien entrado 2017. En este contexto de cambios, los trabajadores de Makro España han decidido rebelarse contra la dirección de la compañía debido a los recortes salariales que esta plantea para la plantilla española.
El motivo, explican fuentes sindicales, es la propuesta que ha hecho la compañía para recortar el sistema de incentivos, que suponen hasta un 6% de su sueldo de los trabajadores, añadiendo que los encargados tengan la posibilidad de decidir si ese incentivo se aplica de forma completa o no. "Nuestro sistema era muy simple: si vendías tanto y la tienda tenía tanto beneficio, te correspondía el consecuente incentivo. Era todo muy numérico y fácil de entener. Ahora esos parámetros se verán sujetos a una valoración personal por parte de los encargados, que aplicarán un multiplicador al incentivo que va desde 0 hasta 1,2. Esto es, te lo pueden subir un 20% o bajar un 100% y dejarte sin nada".
Desde la empresa han rechazado comentar negociaciones que están en curso con los empleados. La compañía ha considerado necesaria esta nueva política comercial en la que se medirán valores subjetivos como, según los sindciatos, "si se está de acuerdo con los principios fundamentales del grupo que son valores filosógicos: solidaridad, nivel de adecuación con los compañeros, cosas de este tipo que no se pueden medir. Esto se aplica al personal de la tienda, no a los comerciales, los que venden nuestros productos en los restaurantes, ellos sí que seguirán con el sistema clásico". La empresa quiere implantar este sistema -ideado por una consultora externa- el 1 de octubre y se ha encontrado con la rebelión de los trabajadores, que buscan alcanzar un acuerdo y que este miércoles tienen programadas manifestasciones en las puertas de los principales establecimientos. La empresa también les ha propuesto nuevas categorías profesionales.
Desde los sindicatos se asegura que España está funcionando como banco de pruebas gracias a las facilidades para cambiar condiciones que ofrece la reforma laboral. Siempre según los sindicatos, el recorte de incentivos se ha intentado hacer en Francia pero se ha tenido que paralizar "porque la ley francesa garantiza un reparto de los incentivos entre los trabajadores de las empresas".
Una partición esperada
Precisamente Makro España se encuentra en una situación de interinidad, por cuanto el pasado abril se marchó su director general José María Cervera, con 25 años a sus espaldas en la compañía, y que no ha sido sustituido por el momento. De forma interina ocupa su puesto Christof Knopp. La empresa ya tiene en España una estructura totalmente independiente a la de Media Markt, sin compartir estructuras de compras. Donde sí habrá cambios será en la sede de Düsseldorf, donde trabajan 3.700 personas y deberán dividirse. Según explicó la propia compañía, es una forma de dar facilidades a los inversores: "Muchos quiere invertir en electrónica, otros en alimentación, pero no tantos en alimentación y electrónica, de esta forma estarán muy diferencias y sin relación entre ellos".
La compañía está afrontando en los últimos tiempos, por una parte un crecimiento cada vez mayor del e-commerce. Por la otra, otros formatos como Costco que ofrecen una propuesta a hosteleros muy similar a la suya. Makro es la emprsa que más cuota de mercado tiene en el canal cash & carry, destinado a hostelería.
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