Nueva cuenta atrás para Martinsa Fadesa. El próximo jueves concluye el plazo para que los acreedores, principalmente la banca, comuniquen sus adhesiones al último convenio presentado por la compañía, a finales del pasado año, y evitar así su entrada en liquidación. La inmobiliaria, que protagonizó en 2008 el mayor concurso de acreedores de la historia de España, con un pasivo superior a los 5.500 millones de euros, se juega su futuro en unos días después de acumular dos años sin cumplir con las obligaciones del primer convenio de acreedores, que le permitió salir del concurso.
La inmobiliaria presidida y controlada por Fernando Martín ya estuvo a punto de entrar en causa de liquidación a finales de 2014. In extremis, el último día hábil del año, presentó en el juzgado de lo Mercantil número 1 de La Coruña, que instruye la quiebra de la compañía, una propuesta de convenio de acreedores que no contaba con el respaldo de los mismos.
El acuerdo no había sido posible en los meses anteriores pero el tiempo se acababa, ya que Martinsa Fadesa llegaba a los dos años de incumplimiento con los pagos fijados en el convenio que le llevarían directamente a la liquidación.
Una vez revisada la documentación por el juez, se estableció un plazo, entre el 12 y el 26 de febrero, para que aquellos que quisieran se adhirieran al nuevo convenio. Por lo tanto, el próximo jueves es una nueva fecha clave para la inmobiliaria.
Básicamente, el nuevo convenio contempla quitas de hasta el 50%, además de ventas de activos no estratégicos, acuerdos de dación en pago y canje de deuda por préstamos participativos. Para salir de la situación en la que se encuentra, Martinsa Fadesa debe contar con el acuerdo de los tenedores de, al menos, un 75% del total de la deuda, toda vez que el resto puede ser homologada por los tribunales, como ha ocurrido en los casos de las refinanciaciones de FCC y Sacyr.
Otro revés judicial
La situación es delicada, toda vez que el entendimiento entre Fernando Martín y los bancos nunca ha sido sencillo. Además, la inmobiliaria tiene en su contra del hecho de que la mayoría de las entidades financieras han provisionado la totalidad de las deudas relacionadas con el ladrillo que conservaban en sus balances, con lo que el impacto de una posible liquidación de Martinsa Fadesa no sería tan fuerte como lo fue en su día el concurso de acreedores que presentó la compañía en 2008.
Hace unos días, la inmobiliaria padeció además un revés de la Justicia ya que el Tribunal Supremo desestimó la acción social de responsabilidad que la compañía había iniciado contra Manuel Jove, fundador y presidente de Fadesa cuando la compañía fue adquirida por Martinsa (lo que dio lugar al actual grupo), al considerarle responsable de haber inflado supuestamente la valoración de los activos de la compañía, lo que habría llevado a Martinsa a pagar más por Fadesa.
La demanda de la inmobiliaria solicitaba una indemnización de 1.576 millones de euros pero el proceso de ha vuelto contra la compañía que, además de haber perdido el proceso, deberá afrontar las costas de todas las instancias que han intervenido en el caso, una cuantía que podría irse hasta los 60 millones de euros.
Así las cosas, de no mediar un complicado acuerdo con la banca, Martinsa pondrá punto y final a una aventura que se inició en 2006, cuando decidió lanzar una voluminosa oferta para hacerse con el capital de Fadesa. Una operación que terminó por atragantarse de tal manera a Fernando Martín que dio paso a un proceso de quiebra que hoy, más de seis años y medio después, aún no ha terminado de resolverse.
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