Los Berlusconi, principales accionistas de Mediaset España (50,2%), se enfrentaron a una considerable oposición durante la última Junta General de Accionistas del grupo, celebrada el pasado miércoles. La renovación de su Consejo de Administración, la política de remuneraciones y los bonus de sus ejecutivos –encabezados por Paolo Vasile- fueron afeados por una parte de los socios, que manifestó su oposición con su voto en contra, que en algunos puntos representó casi el 30% del total registrado.
Esta situación llama la atención si se tiene en cuenta que la mitad de las acciones de Mediaset se concentran en las manos de la familia Berlusconi, que –se entiende- apoyó la gestión de los directivos de su filial española. Desde luego, no es habitual en las compañías cotizadas que los socios se pronuncien en la Asamblea anual contra las políticas y los sueldos de sus directivos en un porcentaje tan elevado. Menos en el Ibex 35.
Sirva como ejemplo que los puntos 9 y 10, relacionados con las remuneraciones de sus consejeros, fueron rechazados por el 29,3% de sus socios, respectivamente, un porcentaje similar al que se registró en la Junta del Banco Popular en abril de 2017, cuando, en medio de la mayor crisis de su historia, se votó sobre los emolumentos de Ángel Ron, que incluían un plan de pensiones de 23 millones de euros.
En la última Junta de Mediaset, el 18,31% de los accionistas votó en contra del punto 8, por el que se facultaba al Consejo de Administración a “establecer un sistema de retribución plurianual (2018-2020) dirigido a consejeros ejecutivos y directivos” consistente en la entrega de participaciones, que podían representar un máximo del 0,33% del capital social del grupo de televisión.
Ministra de Zapatero
Los nombramientos y reelecciones del Consejo de Administración también fueron apostillados por una parte de los socios, como se puede apreciar en los datos oficiales de Mediaset. En concreto, la designación de Cristina Garmendia contó con la oposición del 14,8% de los votantes, la de Borja Prado (Endesa), por el 20,61%, la de Niccolo Querci, por el 20,54% y la de Gina Nieri, por el 20,6%.
La reelección de Paolo Vasile como consejero delegado fue apoyada por el 98,26% de los socios presentes (hubo un quorum del 77%); sin embargo, el porcentaje fue menor en el caso de Alejandro Echevarría (presidente), que tuvo una oposición del 14,5%; y en los de Fedele Confalonieri (24,09 de los votos en contra), Marco Giordani (20,84%), Massimo Musolino (19,83%) y Mario Rodríguez (18,2%).
Los miembros del órgano de gobierno de Mediaset percibieron en 2017 un total de 5,3 millones de euros, frente a los 5,9 millones del ejercicio anterior. Paolo Vasile ingresó 2 millones de euros, mientras que Alejandro Echevarría, aproximadamente la mitad. El informe de remuneraciones de consejeros fue rechazado por el 29,3% de la Asamblea.
La significativa oposición a la que se enfrentaron los ‘hombres de Berlusconi’ se produjo en la Junta General de Accionistas de un ejercicio en el que Mediaset logró un beneficio de 197,5 millones de euros que fue el 15,5% superior al de 2016. El grupo logró una cuota de pantalla del 28,7%, que fue 1,5 puntos menor que en el ejercicio anterior, pero que fue mayor que la de sus competidores en la televisión en abierto.
Durante los tres primeros meses de 2018, registró un beneficio de 53,3 millones de euros, frente a los 60,6 millones del mismo período del ejercicio anterior. Esto se explica en la atonía del mercado publicitario y al efecto negativo de la Semana Santa.
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