Trabajar más y sisar menos. Esa parece ser una de las consignas que subyacen tras algunas de las propuestas que ha realizado Mercadona en la negociación del nuevo Convenio Colectivo para sus más de 74.000 empleados.
La primera cadena española de supermercados, que estos días negocia un nuevo marco de relaciones laborales ante la inminente extinción del vigente desde el año 2010, que cubre hasta diciembre de este año, ha puesto sobre la mesa, según los dos sindicatos presentes en la negociación, UGT y CCOO, una propuesta que ha propiciado el rechazo de ambas organizaciones.
El grupo, aseguran UGT y CCOO, ha “planteado la revisión de las repercusiones en régimen disciplinario de las grabaciones de seguridad de las tiendas”, y en concreto, que estas tengan validez “en casos de sanciones laborales”.
El actual convenio de Mercadona considera faltas muy graves, entre otras conductas irregulares, “hacer desaparecer, inutilizar o causar desperfectos” en el material de la compañía y, como es natural, “el robo, hurto o malversación cometidos tanto a la empresa como a los/as compañeros/as de trabajo o a cualquier persona dentro o fuera de la Empresa, sea cual fuere el importe”.
Asimismo, son faltas muy graves “el consumo de cualquier producto sin haberlo abonado anteriormente, así como venderse o cobrarse a sí mismo o a familiares, la apropiación indebida de productos de la empresa destinados a la basura o promoción”, el “no atender al público con la corrección y diligencias debidas, o faltando notoriamente al respeto o consideración”; y otras conductas como “realizar sin el oportuno permiso, trabajos particulares durante la jornada laboral”, “manipular los datos de la caja” o “llevar una mala gestión de la sección o del Centro de forma que baje el índice de ventas y productividad”.
La medida tendría como objetivo facilitar la persecución de estas prácticas, aunque todo apunta a que la propuesta de la dirección de la empresa tiene fecha de caducidad; fuentes de la cadena aseguraban este jueves que “Mercadona no tiene ninguna intención de incluir” en el próximo convenio un punto que, según UGT y CCOO, no es “adecuado” puesto que “podría cuestionar el derecho a la intimidad personal” de los empleados de la cadena.
La dirección de la empresa y los representantes sindicales mantenían ayer la cuarta reunión de la mesa negociadora del convenio y las fuentes sindicales consultadas confiaban en que la empresa acabaría retirando esa propuesta.
El grupo de distribución, el gran ganador del sector en la actual crisis, también ha planteado, en el marco de las citadas negociaciones, aumentos “puntuales” de la jornada laboral en una hora, hasta diez diarias (ahora son nueve), aunque sin rebasar en ningún caso el límite de 40 horas semanales.
En materia salarial, su propuesta inicial se queda, según los sindicatos, en un incremento anual del 0,5%, aunque fuentes de la empresa matizan que, como es lógico en cualquier negociación de este tipo, todavía “no hay nada decidido”.
Los dos sindicatos mayoritarios también aseguran que Mercadona ha propuesto la supresión del actual plus de idiomas, un complemento de 226,1 euros brutos para sus gerentes de tienda que se les abona “cuando hablen un idioma extranjero y la empresa considere que es necesaria su utilización habitual para el trabajo que desempeñan”. Sin embargo, Mercadona dice que esa propuesta tampcoco está ya sobre la mesa.
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