Sorpresa en la licitación de la línea 2 del metro de Lima, uno de los grandes contratos de infraestructuras del año, valorado en unos 4.200 millones de euros. Tan sólo uno de los tres consorcios que habían llegado a la fase final, el que lideran ACS y FCC, ha presentado en sobre cerrado sus propuestas técnica y económica. Los otros dos, entre los que se encontraba el liderado por la brasileña Odebrecht, considerado como favorito para hacerse con el proyecto, optaron por no presentar oferta.
De esta forma, un nuevo macrocontrato de infraestructuras está a punto de pasar a engrosar las carteras de compañías españolas. Eso sí, resta que se pronuncien los responsables de Pro Inversión, la agencia peruana encargada de atraer al país inversión del extranjero, que tendrá que analizar las propuestas presentadas por el consorcio Nuevo Metro de Lima, que así se denomina el grupo liderado por ACS y FCC, en el que también están presentes las italianas Impregilo y Ansaldo. El veredicto será oficial el 28 de marzo.
La inesperada situación llevó a Pro Inversión a retrasar algunos minutos la hora límite para la presentación de las propuestas, fijada en principio para las 10,30 horas de este viernes, hora local de Lima. Sin embargo, pasadas las 11 horas decidio cerrar la admisión sin que se tuviera noticia de los otros dos grupos.
El consorcio brasileño, liderado por Odebrecht, junto a otros dos grupos del país, era considerado como favorito. Había contado además con un importante apoyo de la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, que había visitado Perú en varias ocasiones durante los últimos meses. Además, el grupo contaba también con la participación de la compañía peruana Graña y Montero.
El tercer consorcio estaba liderado por la italiana Astaldi e incluía a la mexicana Controladora de Operaciones de Infraestructura.
Crecimiento en Latinoamérica
La expansión de Odebrecht por Latinoamérica ha sido espectacular al adjudicarse multitud de contratos de este tipo, entre ellos, el de la primera línea del metro de Panamá, precisamente junto a FCC, un contrato valorado en unos 1.500 millones de euros. En los primeros días de abril se procederá a su inauguración oficial.
En caso de lograr el contrato, la compañía controlada por Esther Koplowitz y la presidida por Florentino Pérez reforzarán su presencia en el mercado latinoamericano.
Además, los dos grupos intensifican su negocio en Perú, país donde FCC desembarcó hace casi un año con obras en uno de sus mayores puertos por unos 165 millones de euros.
De su lado, ACS se hizo a finales de 2013 con la construcción de una desaladora para suministrar agua potable al Sur de la ciudad de Lima, un proyecto con el que por vez primera el país utilizará el mar como fuente para producir agua potable. El contrato actualmente en liza consiste en la construcción de la segunda línea de metro de la capital peruana, la que conectará la ciudad de Este a Oeste.
Un metro con seis líneas
La obra supone la construcción de un total de 35 kilómetros de línea ferroviaria subterránea, de los que ocho kilómetros corresponden a un ramal. Asimismo, incluye la ejecución de las estaciones de viajeros, los talleres, las instalaciones de los distintos sistemas técnicos y la electrificación, y el suministro de los trenes.
El proyecto contempla que la nueva línea, que conectará con la línea 1 y la futura línea 3, transporte unos 600.000 pasajeros diarios al comienzo de su explotación.
Todas forman parte del plan de construcción de la red básica del metro de Lima que el Gobierno del país aprobó en 2010 y que contempla la construcción de un total de seis líneas.
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