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ACS y FCC se llevan la obra del metro de Lima, el mayor contrato de la historia de Perú, por 3.900 M.

Las autoridades peruanas han dado este viernes el visto bueno a la propuesta técnica del consorcio, que fue el único que presentó una oferta tras retirarse los otros dos que estaban en liza. El contrato está valorado en unos 4.200 millones de euros. 

El consorcio Nuevo Metro de Lima, liderado por los grupos españoles ACS y FCC, ya es oficialmente el encargado de llevar a cabo la construcción de la línea 2 del metro de Lima, el mayor contrato de infraestructuras de la historia de Perú, valorado en unos 4.200 millones de euros. Pro Inversión, la agencia promotora de inversión privada del país latinoamericano, dio por buena la propuesta presentada por el consorcio español, la única que se había presentado, que puso sobre la mesa una oferta de 3.900 millones de euros.

El consorcio liderado por las dos compañías españolas fue el único que presentó una oferta para hacerse con el contrato de la línea 2 del metro de Lima. Las propuestas técnica y económica del grupo llegaron hasta la mesa de Pro Inversión, el organismo encargado del proceso, el pasado viernes, cuando vencía el plazo. Sin embargo, no ocurrió lo mismo con la de los otros dos consorcios que habían sido seleccionados para participar en la recta final de la licitación.

Posteriormente se conoció que el consorcio liderado por la brasileña Odebrecht, considerado como favorito para adjudicarse la obra había, notificado dos días antes a Pro Inversión que no presentaría ninguna oferta por la línea 2 del metro de Lima debido a que las autoridades peruanas no habían tenido en cuenta ninguna de las sugerencias del grupo a la hora de confeccionar las condiciones definitiva del pliego.

El proyecto consiste en la construcción de la segunda línea de metro de la capital peruana, la que conectará la ciudad de Este a Oeste, además de un ramal de la línea 4 que llegará hasta el aeropuerto de la ciudad.

35 estaciones

Además de ACS (que tiene un 25% del grupo) y de FCC (19%), en Nuevo Metro de Lima están presentes las italianas Impregilo (19%), Ansaldo (15%) y Ansaldo Breda (12%) además de la peruana Cosapi (10%).

La obra supone la ejecución de una línea ferroviaria subterránea de 35 kilómetros de longitud, de los que ocho kilómetros corresponden al ramal, además de las 35 estaciones de viajeros, la instalación de los sistemas y el suministro de los trenes, que correrá a cargo de Ansaldo

Se prevé que el proyecto de empleo a más de 3.000 trabajadores durante los cinco años en los que está prevista su fase de construcción.

Este contrato pasa así a formar parte de los mayores logrados por grupos constructores españoles en el exterior, como la ampliación del Canal de Panamá, un proyecto de 2.400 millones de euros liderado por Sacyr, el AVE La Meca-Medina (6.700 millones de euros) en el que participan ACS y OHL, y el metro de Riad (6.000 millones de euros) logrado por FCC.

La estrategia de Odebrecht

Al parecer, las opciones de Odebrecht pasaban por tratar de que la licitación se declare desierta con el fin de ganar tiempo con vistas a las próximas elecciones municipales en Perú, toda una prueba de fuego para el Gobierno de Ollanta Humala, con el que el gigante brasileño de las infraestructuras, que un gran predicamento en Latinoamérica, no mantiene buenas relaciones.

Así, el consorcio brasileño, del que también forma parte la local Graña y Montero, habría convencido al tercer grupo, liderado por la constructora italiana Astaldi, para que tampoco presentara su propuesta, como así sucedió. 

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