Los últimos (e importantes) pasos dados por Metrovacesa en busca de su definitiva estabilidad, con una nueva ampliación de capital y la escisión del negocio residencial y de suelo, no fueron ratificados por uno de sus consejeros de postín. Abel Matutes, ex ministro de Asuntos Exteriores bajo el Gobierno de José María Aznar, y uno de los empresarios más veteranos del país ya no formaba parte del consejo de administración de la inmobiliaria cuando el máximo órgano ejecutivo de la compañía aprobó estas medidas, el pasado 24 de noviembre.
Matutes, uno de los empresarios más veteranos del país, no formaba parte del consejo cuando se decidió la nueva ampliación de capital
Matutes presentó su dimisión con anterioridad a la celebración de tan importante reunión del consejo, al que había llegado apenas nueve meses antes, en la que se dirimió el futuro de la compañía y su estrategia para afrontar un crucial año 2016, en el que debe renegociar buena parte de la deuda que ya le costó lo suyo refinanciar cuatro ejercicios atrás.
El empresario ibicenco había aterrizado en el consejo de Metrovacesa en el mes de marzo, junto a Rodrigo Echenique y Juan Ruiz de Alda. Tres hombres del Santander que, tras las salidas de la compañía de Bankia y Sabadell había tomado más del 70% de la inmobiliaria. En mayo, Echenique se convertía en presidente no ejecutivo de la compañía (poco después abandonaría el sillón presidencial de la cadena hotelera NH) mientras que su antecesor, Ignacio Moreno, designado por BBVA, pasaba al cargo de consejero delegado y desplazaba a Carlos García León a director general.
Mientras, Abel Matutes proseguía como consejero raso, sin papel tampoco en las distintas comisiones de la compañía. Así ha permanecido hasta el penúltimo consejo del año. Precisamente, el orden del día de la junta de accionistas que Metrovacesa celebrará a finales de año, para aprobar las ampliaciones de capital y la escisión de la sociedad, contempla la elección de nuevos consejeros, con motivo de cubrir las vacantes dejadas por Matutes y también por Juan Jiménez, que representaba al Banco Sabadell.
Metrovacesa despeja su futuro
Fuentes próximas a la inmobiliaria han confirmado la dimisión de Matutes aunque no han trascendido los motivos que han llevado al empresario a abandonar la empresa tan sólo nueve meses después de haberse incorporado a su consejo de administración y en un momento crucial para el futuro de la otrora compañía cotizada.
Metrovacesa afrontará en 2016 la renegociación de la deuda con las entidades financieras, en una posición algo más cómoda que a finales de la pasada década, cuando negoció durante prácticamente dos años y finalmente tuvo que acudir a la legislación británica (aprovechando que el contrato se había firmado en Londres) para evitar males mayores.
Por entonces, la legislación española no contemplaba la figura de la homologación de la deuda y todos los acreedores debían estar de acuerdo para que la refinanciación se llevara a cabo.
Diversas entidades financieras extranjeras y fondos buitre que habían adquirido la deuda de otros bancos se plantaron y bloquearon las negociaciones, que estuvieron a punto de llevar a Metrovacesa a una situación límite. Ahora, el escenario es diferente, aunque no sencillo. De hecho, la compañía ha optado por separar la parte patrimonial de la residencial y de suelo para poder afrontar el proceso con mayores garantías.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación