La marcha de Metrovacesa del capital de la inmobiliaria francesa Gecina ha quemado ya sus primeras etapas, pese a que el anuncio de la compañía española, publicado el pasado 29 de agosto, hablaba tan sólo de una posibilidad que se encontraba en fase de estudio. La prueba es que Goldman Sachs, que ya ha actuado como asesor de Metrovacesa en procesos como sus sucesivas refinanciaciones, ya trabaja en la búsqueda de futuros compradores.
El banco de negocios estadounidense sondea el interés de diversos inversores internacionales, especialmente fondos de inversión especializados en el sector inmobiliario. Y también el de dos institucionales que podrían tener un papel relevante en Gecina: Blackstone y Caisse de Depots du Quebec.
Ambos tienen la particularidad de ser accionistas virtuales de Gecina, ya que controlan en torno al 70% de la deuda relativa a las participaciones en la inmobiliaria francesa de dos accionistas españoles: Joaquín Rivero, ex presidente de Metrovacesa y de la propia Gecina, y su socio Bautista Soler.
Esta participación figura como garantía de la deuda de las sociedades instrumentales de Rivero y Soler, que se encuentran en situación de concurso de acreedores desde hace un año.
Posible OPA
Si Blackstone y Caisse de Depots du Quebec compraran el paquete de acciones de Gecina que Metrovacesa pone a la venta o una parte significativa, podrían verse obligados a lanzar una OPA siempre que el regulador francés entendiera que con la operación su participación superaría un tercio del capital de la inmobiliaria gala.
No obstante, será difícil que un paquete de acciones tan voluminoso sea adquirido por un solo comprador, con lo que la opción de varios inversores, especialmente fondos de inversión, cobra fuerza. Además, la venta a un único comprador encarecería la operación ya se le exigiría una prima de control.
En todo caso, en la operación también se ha implicado el consejo de Gecina y su alta dirección. En la inmobiliaria francesa se valora incluso la posibilidad de realizar una especie de ‘road-show’ entre las principales plazas financieras con la intención de presentar el estado actual de la compañía (financieramente muy saneada) y estimular la participación de los inversores en el proceso.
Por el momento, el consejo ha manifestado que analizará esta nueva situación.
El mercado, a la espera
Por el momento, el mercado se mantiene a la expectativa. Desde que Metrovacesa anunciara su intención de estudiar la venta de su participación en Gecina, los títulos de la compañía francesa han perdido poco más de un 2% en Bolsa, un movimiento muy tibio para tratarse de la reacción a la posible salida de un socio de referencia.
Los expertos estiman que la operación no se prolongará durante mucho tiempo ya que se trata de una participación muy apetecible. Gecina pasa por ser la segundo inmobiliaria patrimonialista de Francia, tras el gigante Unibail-Rodamco, más centrada en centros comerciales, con unos activos por un valor cercano a los 11.000 millones de euros.
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