Un servicio financiero hasta ahora poco común aterriza en España. Se trata de los microcréditos, pequeños préstamos (un mínimo de 50 euros y un máximo de 600) que se otorgan a través de internet y van directos a la cuenta bancaria en unos minutos si son aprobados. Los consumidores los solicitan para hacer frente a imprevistos o a situaciones puntuales de falta de liquidez, y el coste que tienen estos servicios no es alto. Es altísimo.
Se trata de una vuelta de tuerca más al tradicional crédito al consumo que desde hace años llevan a cabo empresas como Cofidis, Cetelem y tantas otras que inundan los anuncios durante cualquier mañana televisiva de un día entre semana. En este caso, son préstamos aún de menor cuantía, que se devuelven mucho antes y con un precio mucho mayor. Este martes se ha presentado en Madrid Wonga, empresa procedente del Reino Unido instalada meses atrás en España desde su sede en Castelldefels (Barcelona) y que quiere darse a conocer popularizando estos servicios financieros que pueden ser útiles para un tipo muy concreto de situaciones y un perfil de riesgo elevado, con los que hay que ser muy cuidadoso.
Los intereses que piden pueden parecer desorbitados, y en realidad lo son. Pero el interés es menor cuantos menos días dure el préstamo otorgado
"No cobramos ningún coste fijo, sino que cobramos un precio por cada día que se tiene el dinero", explica a Vozpópuli Julián Díaz, el responsable de Wonga en España. En su web se puede ver cuánto va a cobrarse por el préstamo de forma bastante clara, desde luego mucho más clara que en el caso de las hipotecas tradicionales. El ejemplo que ellos mismos indican es el siguiente: se prestan 225 euros a 36 días. Al final el cliente tendrá que devolver 306, es decir habrá pagado 81 euros de más.
Estos intereses pueden parecer desorbitados, y en realidad lo son (estamos hablando de un 36% en este caso). Pero tienen una ventaja: se pueden cancelar al instante si se dispone de todo el dinero para devolverlos. Por ejemplo, si ese mismo préstamo de 225 euros se devolviera tan sólo en 7 días, el coste sería de 11,25 euros (un 5%). Caro, pero más asequible.
Un préstamo para pasar un fin de semana
"Atendemos al cliente que tienen una necesidad puntual en un momento dado. Pertenecemos a una empresa que empezó en Reino Unido en 2007 y está presente en Canadá, Alemania, Sudáfrica, Polonia y España", dice Díaz. Aseguran tener 3 millones de clientes y "alrededor de 900 trabajadores". Dicen ser muy conservadores con la petición de préstamos para evitar impagos, y que "un 80% de los primeros préstamos se acaban denegando" por prudencia.
Pero, ¿quién puede estar interesado en préstamos tan bajos, de hasta 50 euros? ¿Quién no dispone de un conocido que le pueda prestar ese dinero? "Hablamos de necesidades puntuales de liquidez y podríamos poner muchos ejemplos. El anonimato es importante (...) y hay clientes que prefieren por ejemplo pedir el dinero a Wonga porque es más barato que un descubierto en la tarjeta de crédito, o porque están negociando con la entidad bancaria y no quieren pedir una masa más al banco (...) Si se te rompe el portátil y lo necesitas ya, pues pides el dinero y el mismo día que cobres lo devuelves".
En Reino Unido ya se han dado 12 millones de préstamos con este sistema desde 2007
Parece una locura, pero en Reino Unido lleva funcionando desde 2007, "y ha dado 12 millones de préstamos desde entonces". El perfil también sería diferente al de los préstamos al consumo tradicionales, que suelen ser para "proyectos que se tienen como unas vacaciones, mientras que un préstamo Wonga lo que cubre son imprevistos: la hipoteca, el colegio de los niños, se me rompe la lavadora, viene el pago del seguro del coche... el cliente conservador puede pedir un préstamo por más días y pagarlo en cuanto disponga del dinero".
Sólo para periodos cortos de tiempo
"Si tú necesitas 100 euros durante 3 días, vas a pagar un 3% de interés pero al final son sólo 3 euros por un préstamo que te va a salvar de un apuro", dice Díaz, que reconoce que "nadie pediría una hipoteca a un 1% de interés diario, pero no nos podemos comparar con las hipotecas porque son cosas diferentes". En su lugar, se quieren comparar "por ejemplo con sacar dinero con tu tarjeta de otro cajero de otra compañía". De hecho, aseguran que "el concepto de tipo de interés en este caso no es aplicable, nosotros hablamos más bien de coste del servicio". Wonga no posee ficha bancaria ni está supervisado por el Banco de España. "Sólo las entidades que recurren a financiación externa" deben supervisarse por el regulador, aseguran. En cualquier caso, cumplen otras leyes como "la legislación en vigor a nivel de Protección de Datos LOPD, la ley antiblanqueo de capitales AML, la normativa europea de préstamos al consumo SECCI, así como todas las otras legislaciones en vigor concernientes al comercio electrónico". En las islas británicas cuentan con una licencia de crédito de la OFT (Office of Fair Trading) y es miembro de la FLA (Asociación de Finanzas y Leasing).
Se esfuerzan en separarse de la banca tradicional y del crédito al consumo, aunque entienden que se les compare porque "hasta ahora no hay servicios como nosotros en España". Pero resaltan sus diferencias: "La persona que necesita una financiación a largo plazo no nos utilizaría a nosotros, no tiene sentido", porque los costes serían muy altos, dice Díaz. El plazo medio de devolución de los préstamos es de 20 días y casi un 40% amortiza su deuda antes para dejar de pagar intereses. Si se diera el caso contrario y esa persona no pudiera devolver su dinero a tiempo, el cúmulo de recargos le hará desear no haberse metido nunca en este préstamo.
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