La revocación de ayudas a proyectos empresariales para el desarrollo alternativo de las cuencas mineras avanza a un ritmo sin precedentes. En lo que va de año, el Ministerio de Industria ha retirado más de 13 millones de euros en subvenciones concedidas entre 2001 y 2009 a 26 proyectos de este tipo.
En menos de siete meses, se han quedado sin ayudas más proyectos que en los tres ejercicios anteriores, de acuerdo con las distintas resoluciones publicadas en el Boletín Oficial del Estado (BOE) por el Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras, el organismo que gestiona estas subvenciones, dependiente de Industria. En todo 2011, se revocaron las subvenciones a seis iniciativas de este tipo; en 2010, a cinco; y en 2009, a doce. En 2008, el ministerio retiró los subsidios a seis proyectos; en 2007, a cuatro y en 2006, a tres.
Fuentes del Ministerio de Industria desvinculan la retirada de las subvenciones (la mayoría, iniciadas durante la época del antecesor de José Manuel Soria, Miguel Sebastián) del drástico recorte decidido por Soria para el sector del carbón, que ha puesto en pie de guerra a la minería. La revocación de ayudas es más bien una consecuencia de la crisis.
Aunque la información oficial es escasa (hace años, sí se detallaban las razones de una revocación), fuentes conocedoras del proceso aseguran que las empresas afectadas han sido penalizadas por incurrir en incumplimientos de las condiciones que se establecieron para recibirlas; fundamentalmente, la creación o mantenimiento de un determinado número de puestos de trabajo durante un periodo concreto. Así, buena parte de las empresas afectadas (todas son pymes) están hoy disueltas; desde una de las pocas con las que ha podido contactar este diario se asegura que permanece abierta “de milagro”. En virtud de la Ley General de Subvenciones, estas beneficiarias están obligadas a devolver las ayudas recibidas con los correspondientes intereses de demora.
Entre los proyectos afectados predominan las instalaciones de tipo industrial, aunque hay de todo: se han quedado sin ayuda, por ejemplo, sendos hoteles de tres estrellas proyectados en Asturias y León y un complejo de spa, hidroterapia y recreación anexo a un centro de turismo rural también en León. Es previsible que el goteo de revocaciones continúe en los próximos meses, ya que el departamento que dirige Soria ha puesto en marcha varios procedimientos para obligar a las empresas beneficiarias a devolver los fondos. Entre ellas figura una planta de Chupa Chups para la fabricación de chicles ‘Smint’, que recibió 560.000 euros en 2006.
Estas ayudas (un porcentaje sobre la inversión requerida por el proyecto presentado) se pusieron en marcha en 2001 para tratar de impulsar la reconversión de las cuencas mineras.
Desde entonces, Industria ha destinado a esta partida más de 1.000 millones de euros (a razón de más de cien millones por ejercicio), una cuantía considerable aunque modesta en comparación con los 24.000 millones que ha recibido en total el sector de la minería desde 1990. Esa cifra (equivalente al rescate a Bankia o al déficit de tarifa que acumula el sistema eléctrico) la aportó recientemente en el Senado el ministro Soria, que insiste en que no hay margen para suavizar el recorte de las ayudas al sector.
Desde su departamento explican que las subvenciones revocadas no pueden considerarse como remanente de los Presupuestos de ejercicios anteriores para el sector de la minería. Se trata de fondos ya comprometidos que, de recuperarse, irían a parar al Tesoro, según las mismas fuentes.
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