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N+1 carga contra la banca española y se ceba con Popular: "Tiene un déficit de provisiones de 3.800 M€"

Un reciente informe del banco de inversión anticipa "un panorama muy duro en 2016" para los bancos españoles debido a la caída de márgenes, la eliminación de las cláusulas suelo y los tipos de interés negativos. N+1 ve una posible ronda de fusiones como "obvio catalizador positivo" debido al descenso de costes que implicaría.

"¿Podrían ponerse las cosas aún peor?". Con este alarmante encabezado titula el banco de inversión N+1 su último informe sobre la banca española. El analista Francisco Riquel firma un documento en el que anticipa un panorama "muy duro" para los bancos en España en 2016 debido al débil crecimiento del crédito esperado para este año, así como los márgenes de negocio a la baja en un entorno de tipos de interés en negativo o próximos a cero.

Los analistas de n+1 temen que de seguir los tipos en negativo, Santander tenga que replantearse la estrategia comercial con la cuenta 1/2/3

Los problemas para los bancos españoles no se acabarán ahí, según N+1. Y es que además del euríbor en mínimos, habrá unos menores ingresos por carry trade (compra de deuda pública a tipos altos con dinero barato del BCE), y la práctica eliminación de las cláusulas suelo reducirá aún más el negocio de las entidades, sobre todo a Caixabank, Bankia y Liberbank. "Todo esto llevará a descensos en los ingresos netos en 2016, en algunos casos de incluso dos dígitos", tal y como prevén desde el equipo de análisis del banco de inversión.

La situación de la banca española sería especialmente "vulnerable", en opinión de N+1, debido a su mayor prevalencia de créditos a interés variable. Y es que los tipos de interés están en terreno negativo. De moverse en el entorno del -0,5% en el conjunto del año, la rentabilidad media del sector bancario español caería entre un 6% y un 9%, según los cálculos de Riquel. Dicha situación sería especialmente negativa para Banco Santander, toda vez que tal y como resalta el informe, la entidad se tendría que replantear la cuenta 1/2/3 como estrategia comercial "en la medida que no tendría sentido pagar por los depósitos", señalan.

La situación política también representa un lastre para los bancos, tal y como explica el informe. Por tres razones: "a) por las posibilidades de que la incertidumbre política afecte al crecimiento económico, b) por el nivel de cumplimiento de las reformas y la disciplina fiscal del nuevo gobierno, y c) por la adopción de medidas no amistosas con los mercados en el caso de que Podemos llegase al Gobierno", especifican los analistas de N+1, que también ven un riesgo político adicional en el caso de Bankia, propiedad del Estado.

Sobre las fusiones: "La resistencia de la posibles presas a ser engullidas, y la falta de urgencia de los bancos más fuertes, unido a la incertidumbre política, están retrasando un proceso que creemos que es inevitable"

Preocupan la calidad de activos de Popular

Que Banco Popular es una de las grandes preocupaciones del sistema financiero español lo evidencia su comportamiento en Bolsa durante los últimos años. Pero los analistas de N+1 directamente señalan al banco presidido por Ángel Ron como el más débil del sector de cara a este 2016. En concreto, preocupa su alto nivel de activos tóxicos o improductivos aún en balance, así como su lentitud a la hora de reducirlos (alrededor de un 4% de descenso anual). El objetivo de Popular es vender hasta 8.000 millones de euros de estos activos, algo que será todo un desafío "dado el riesgo político que vive España", en opinión de N+1.

La otra gran preocupación respecto del portfolio de Popular es la cobertura de dichos activos. Frente a entidades como Bankia, cuya cobertura media de activos morosos es del 60%, el banco presidido por Ángel Ron dispone del nivel de cobertura más bajo del sector, con un 40% de sus créditos deteriorados con provisión. "Asumiendo que la cobertura debería llegar a la media de sus pares, digamos en el 50%, estimamos que el déficit de provisiones ronda los 3.800 millones de euros", critican desde el banco de inversión.

Popular también sacaría la peor nota en el conocido como Ratio Texas, un indicador utilizado durante las crisis bancarias y que mide la exposición de una entidad a los activos tóxicos e inmobiliarios respecto de sus provisiones totales. "Popular (142%) y Liberbank (124%) tienen el mayor Ratio Texas y, lo que es más importante, éste no ha mejorado durante 2015", señalan desde N+1. En contraste, una entidad de tamaño similar como Sabadell está a punto de caer por debajo del 100%, lo que sacaría al banco catalán de la lista de "entidades a vigilar".

Las fusiones, un catalizador

Siempre dispuestos a proponer ideas, los analistas de N+1 ven una futura ronda de fusiones como un catalizador positivo obvio para mejorar el nivel de ingresos de los bancos españoles, vía una reducción de costes, mayor "disciplina de precios" y sinergias. "Pensamos que la necesidad de una nueva consolidación del sector es clara, pero la resistencia de la posibles presas a ser engullidas, y la falta de urgencia de los bancos más fuertes, unido a la incertidumbre política, están retrasando un proceso que creemos que es inevitable dado el entorno de bajos tipos de interés", señalan.

Pese a la apuesta clara por una ronda de fusiones y las recientes caídas en Bolsa (un 20% en el último año) desde N+1 no recomiendan a sus clientes comprar ahora acciones de bancos españoles. Ahora mismo cotizan entre un 15 y un 20% por debajo de su valor en libros, lo que podría quizás suponer una oportunidad de compra. No, en opinión de Riquel, si se tienen en cuenta las pobres tendencias de negocio, los riesgos crecientes y los tipos de interés negativos. "En este contexto, no parecen los bancos españoles una inversión fundamental atractiva para este 2016", advierten.

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