No ha podido evitar las ayudas públicas, pero BMN, sin embargo, intenta minimizar la entrada de dinero del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). El grupo liderado por CajaMurcia es una de las entidades en apuros que ha puesto en venta una de sus cajas, como adelantó Vozpópuli la pasada semana. De hecho, ha sacado al mercado las 400 oficinas de la red de Caixa Penedés, una de las cuatro cajas que integran el SIP que preside Carlos Egea, según fuentes del sector.
Nomura ha recibido el encargo de realizar el cuaderno de venta. El banco de inversión japonés promueve ya el documento entre las entidades sanas que están interesadas en adquirir esta porción de BMN. Uno de los bancos que estudia la operación es el Sabadell que complementaría así su red en Cataluña de una forma más económica que lo que le supondría la compra de Catalunya Caixa, entidad por la que también pujará cuando se inicie la subasta de esta nacionalizada en las próximas semanas. En el caso de realizar la operación, el banco presidido por Josep Oliu tendría que ejecutar una ampliación de capital en el entorno de los 400 millones.
La venta de Caixa Penedés es uno de los pilares del plan de recapitalización que ha presentado BMN ante el Banco de España para cubrir su déficit de capital de 2.208 millones detectado por el examen de Oliver Wyman. Además, el grupo liderado por CajaMurcia aligerará su balance transfiriendo sus activos tóxicos al 'banco malo', proceso que se realizará a lo largo del primer trimestre de 2013. En paralelo, la entidad trabaja en la desinversión de otros negocios, como el de los medios de pago. Con todas estas medidas, BMN espera reducir sus necesidad de fondos públicos al entorno de los 500 millones.
Sabadell es uno de los bancos interesados en la compra de esta red. En caso de realizar la operación, tendría que ejecutar una ampliación de capital en el entorno de los 400 millones
"Cualquier red en Cataluña siempre suscita mucho interés puesto que esa comunidad mueve el 21% del PIB español. Toda oportunidad de crecer allí resulta interesante para cualquier entidad", explican desde un banco de inversión. "Este aliciente de entrar en el mercado catalán facilita la venta de una red", prosiguen las mismas fuentes.
La compra de una red es mucho más sencilla que la adquisición de una entidad al completo con todos sus riesgos que ello implica. Con esta fórmula, sólo tienen que comprar unos paquetes de negocio determinados en unas zonas muy delimitadas. Además, es previsible que en el futuro no haya ayudas públicas como en el pasado reciente para la compra de entidades, con lo que es probable que las entidades prefieran comprar negocios concretos que asumir bancos en su conjunto cuando salgan a subasta a partir de diciembre.
El comprador adquiriría la red saneada a un precio bastante económico. A cambio tendría que asumir el coste del ajuste de personal que supondría el encaje de esta porción en la totalidad del grupo comprador. Por contra, la marca Caixa Penedés continuará integrada dentro de BMN por lo que no habría que abonar ningún tipo de indemnización que se establece en los estatutos de un SIP en caso de ruptura.
Antes de la integración en BMN, Caixa Penedés contaba con una red de 662 oficinas y una plantilla de 3.279 personas. Tras el ajuste realizado en estos años de integración, las cifras podrían haberse reducido en el entorno del 40%. El tamaño de la entidad es de 23.000 millones en activos y cuenta con 16.000 millones en créditos.
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