Nueva Pescanova, la compañía resultante de la refundación de la antigua Pescanova tras superar el concurso de acreedores, controlada por la banca acreedora y en la que los antiguos accionistas de Pescanova controlan el 20% del capital, ha convocado junta general extraordinaria de socios el próximo día 26 de noviembre, que se celebrará en la sede del grupo, en Chapela (Pontevedra).
En esa junta César de la Mata, actual administrador único de Nueva Pescanova, miembro del consejo de la actual Pescanova, dimitirá de su cargo y los principales bancos acreedores designarán a sus representantes en el máximo órgano ejecutivo de la multinacional pesquera. Según ha informado el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, en el acto se determinará también "el modo de organizar la administración de la sociedad" y se procederá al "nombramiento de administradores".
Caixabank (15,55%), Sabadell (14,46%), Popular (9,17%), HSBC (8,93%), Abanca (8,19%), BBVA (6,25%), la sociedad Purple Ruby (5,84%), Bankia (4,59%), y UBI (4,14%), son las principales entidades financieras en el capital de Nueva Pescanova. Los bancos, según fuentes cercanas a la compañía, no han acordado todavía todos los puestos del consejo que representarán sus intereses y previsiblemente no designarán un consejo de administración hasta la convocatoria de otra junta de accionistas, ya en 2016. Las mismas fuentes indican que se ha procedido a realizar un proceso de selección para nombrar un consejero delegado y que entre tres finalistas uno de ellos cuenta con el apoyo técnico de buena parte de los bancos, pero que todavía no se ha tomado una decisión definitiva al respecto.
En la actualidad el consejo de administración de Pescanova está formado solo por cuatro miembros: Diego Fontán, en representación de su esposa, Carolina Masaveu, que tiene el 7,1%; Iberfomento, con el 3,39%; Alejandro Legarda (independiente); y César Mata, secretario y administrador único.
Los antiguos accionistas de Pescanova han solicitado tanto al consejo de administración de la compañía como a la CNMV que agilice los trámites para que la empresa vuelva a cotizar. El regulador del mercado suspendió la cotización de Pescanova después de que estallara el escándalo contable del grupo, en febrero de 2013. La compañía fue suspendida en Bolsa cuando cotizaba a 5,9 euros por acción; la empresa que regresaría al parqué sería la sociedad controlada por antiguos accionistas cuyo activo sería el 20% de Nueva Pescanova, por lo que previsiblemente el valor de la acción caerá por debajo del euro por título, estiman fuentes del mercado.
Nueva Pescanova mantiene una plantilla de 10.000 personas, ingresos anuales cercanos a los 1.000 millones de euros y una deuda aproximada a los 1.000 millones.
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