El proceso de aprobación por parte de la Comisión Europea de la OPA lanzada por Orange sobre Jazztel va lento y se complica por momentos. El Ejecutivo comunitario teme que el mercado español de las telecomunicaciones sufra una importante pérdida de competencia en precios y servicios al pasar de cinco a sólo tres grandes operadores (Telefónica, Vodafone+ONO y Orange+Jazztel), con lo que va a ser muy exigente en los requisitos que impondrá a la compañía francesa para que salga adelante su OPA.
Así que Orange España se ha remangado para ofrecer a la Comisión posibles desinversiones que está dispuesta a hacer para reducir su posición de mercado conjunta con Jazztel, especialmente en el mercado de ADSL.
Según las fuentes del sector consultadas, el grupo galo ha acelerado su plan para vender parte de su red de ADSL (especialmente sus posiciones en las centralitas de Telefónica desde las que ofrecen sus servicios sobre la red del operador dominante) a otros operadores del mercado para demostrar a Bruselas sus ganas de colaboración antes de que el Ejecutivo comunitario decida imponer limitaciones y desinversiones para dar el plácet a la OPA.
Según estas mismas fuentes, MásMóvil, con la que Orange ya ha contactado para sondear la operación, y Yoigo, compañía que ansía una 'pata' de telefonía fija e internet para complementar sus servicios móviles, serían los posibles destinatarios de esta desinversión.
La unión de Orange y Jazztel crearía un nuevo gigante a costa de dejar el mercado sin la operadora más agresiva y competitiva de los últimos años
La unión de Orange y Jazztel crearía un nuevo gigante con gran capacidad para lanzar agresivas ofertas convergentes, pero dejaría al dinámico mercado español sin el operador que más lo ha dinamizado en los últimos años con su voracidad comercial.
Las dos compañías se solapan en centenares de centralitas de Telefónica desde donde ofrecen sus servicios de ADSL, de forma que la venta de parte de estos activos no sólo sería un gesto de cara a Bruselas sino que además permitiría optimizar los recursos de las nueva compañía que salga de la OPA.
La Comisión vería con buenos ojos esta desinversión, que además contribuiría a consolidar a un cuarto operador con capacidad para enfrentarse a los tres grandes. Sea MásMóvil o Yoigo, lo que quiere Bruselas es que la desaparición de Jazztel como empresa independiente se supla con el fortalecimiento de una cuarta oferta en el mercado.
Desde que la Comisión Europea se hiciera cargo de esta operación, cuyo proceso de supervisión y aprobación no ha querido ceder a la española CNMC por su posible fuerte impacto en la competencia, el grupo Orange ha trabajado conjuntamente con los servicios comunitarios para plantear autoimposiciones y limitaciones para que el nuevo grupo no dañe los niveles de competencia alcanzados en España en los últimos años.
Hasta ahora no han trascendido oficialmente los activos que Orange estaría dispuesta a sacrificar para conseguir el 'sí' a su OPA. La venta de gran parte de las redes de ADSL sería un buen primer paso en este camino, que según los expertos, aún durará meses, hasta el punto de que no se descarta una posible retirada de la oferta sobre el 100% de Jazztel si las condiciones impuestas desde Bruselas la hacen finalmente poco atractiva.
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