Los números de Aldi no salen en España. Los supermercados alemanes han invertido casi 500 millones de euros sin tener por el momento el retorno previsto con cada una de sus tiendas. Con 252 establecimientos y 248.000 metros cuadrados, Aldi es la que menos euros factura por metro de las 20 primeras cadenas de supermercados, la mitad que sus rivales Lidl y unas 4 veces menos que Mercadona, según datos de Alimarket. Con toda esta inversión, Aldi tenía a finales de 2016 una cuota de mercado estimada del 0,9% que había conseguido aumentar, pero en cantidades muy pequeñas.
Su situación es una "pesadilla", tal y como la califican fuentes del sector que piden el anonimato, agravada además por el hecho de que la empresa está acostumbrada a obtener muy buenos resultados en los países donde se instala. Ejemplo de ello es Reino Unido, donde ya maneja un 7% del mercado y asusta a sus rivales.
Pero las cosas en España son diferentes. Aldi Supermercados, SL, filial de la empresa alemana en España, ha ampliado capital por 10 millones, hasta suscribir 480, tal y como publica el Registro Mercantil este viernes pasado. Es la vez número 17 que Aldi amplía capital en esta década en el contexto de un plan de expansión con nuevas tiendas. Nuevo capital suscrito para unas necesidades financieras que parecen no tener fin.
En los últimos 6 meses, además, la compañía ha frenado su ritmo de aperturas de los años anteriores, y lleva sin comunicar el nacimiento de un nuevo establecimiento desde que abriera en octubre del año pasado su primera tienda en Barcelona ciudad. Curiosamente, este miércoles abre otra, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
Se estima que en 2016 cerró con 600 millones de facturación
La compañía alemana arrancó en nuestro país en 2002 pero no fue hasta la década presente cuando apostó con decisión por todo el territorio nacional. En los últimos cinco años ha decidido crecer con fuerza en número de tiendas y metros cuadrados disponibles, especialmente con una apuesta por la Comunidad de Madrid, un mercado hipercompetitivo. Según fuentes del mercado, en esta expansión apremiada por la necesidad de crecer han cometido errores, como por ejemplo "equivocarse en locales por tamaño, precio y contratos de obligado cumplimiento".
Ventas de 600 millones
La multinacional factura sus ventas en España a través de varias de sus filiales, por ejemplo Aldi Masquefa para la zona de Cataluña o Aldi Pinto para el centro del país. Se estima que cerró el año 2016 con más de 600 millones de euros facturados en España aunque la empresa ni confirma ni desmiente este dato.
Sin embargo, estos datos no serían suficientes ante unas ventas por metro cuadrado de 2.262 euros, que colocan a la empresa lejos de un 'break even' o posición de beneficio que muchos expertos en retail sitúan en "4.000 euros por metro cuadrado". Otras empresas como DIA también tienen ventas por metro cuadrado similares, aunque superiores.
Y es que Aldi es, ante todo, una empresa familiar alemana, hoy con problemas judiciales que amenazan con desangrarla pero que ha mantenido siempre la cultura de la Alemania de posguerra que la vio nacer: austeridad, crecimiento paso a paso y un enorme hermetismo. Tal vez por este carácter su futuro es aguantar en España, según opinan agentes del mercado, a pesar de que les vaya a costar muchos años hacer dinero en un "mercado cerrado" como el actual.
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