Pescanova ha presentado este lunes ante el Juzgado de lo Mercantil de Pontevedra, la solicitud de concurso voluntario de acreedores, según informó la firma gallega en un comunicado recogido por Europa Press. La compañía asegura que "tiene la firme voluntad de presentar en el curso del procedimiento una propuesta de convenio a sus acreedores que posibilite el mantenimiento de la actividad y por, ende, el empleo y la generación de valor". La empresa ha nombrado a KPMG para el análisis forensic, el que se encargará de ver posibles fraudes o irregularidades en las empresas.
Pescanova tiene como fecha límite este lunes para presentar las cuentas del ejercicio 2012, acompañadas de una declaración de responsabilidad de los administradores, y concretar su deuda a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), previa firma del consejo de administración.
La firma gallega, según fuentes conocedoras de su situación económica, podría incurrir en pérdidas, con una deuda de 2.700 millones de euros, es decir, unos 1.200 millones de euros por encima de lo que figura en el pasivo auditado (1.522 millones de euros al cierre del tercer trimestre de 2012). Entre sus activos, cita una flota de más de 90 barcos, el valor de sus licencias de pesca, más de cincuenta instalaciones de acuicultura, las fábricas de procesamiento de pescado y la penetración de su marca en el mercado. El compañía, según remarca, emplea directamente a más de 10.000 personas a nivel mundial y más de 1.500 de ellos en Galicia.
BDO niega a Pescanova
Por su parte, la auditora BDO niega los argumentos de Pescanova para solicitar su revocación en su último consejo de administración, en el que también decidió pedir el concurso de acreedores, y urge a la multinacional gallega a que le facilite toda la información requerida para revisar sus cuentas de 2012, informa Efe. En una carta remitida al presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa Faro, y reproducida como hecho relevante por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), BDO afirma que en sus comunicaciones al órgano supervisor no especifica los motivos por los que concurriría "causa justa" para solicitar su revocación.
La auditora, con la que venía trabajando Pescanova desde hace una década, recalca "con toda firmeza" que no existen tales causas y que ha "respetado puntualmente" todas las obligaciones inherentes a su actividad. Alude a diversa jurisprudencia para reseñar que no ha incumplido sus obligaciones ni incurrido en un supuesto de mala praxis, por lo que cree que no procede la revocación. Sobre el cambio de criterio al que hizo mención Pescanova, BDO asegura que la opinión transmitida el 26 de febrero era preliminar y estaba condicionada a la obtención de información que había requerido durante el último curso de auditoría, y que era anterior a cuando Pescanova informó a la CNMV de que no presentaba sus cuentas.
Añade que en cuanto la compañía admitió "discrepancias" entre su contabilidad y las cifras de deuda bancaria, procedió a solicitar información adicional para verificar las diferencias, y por tanto "se limitó a cumplir con su obligación como auditor". Respecto a su supuesta pérdida de independencia, la auditora señala que no ha detectado una "amenaza significativa" que le impida emitir una "opinión objetiva e imparcial" sobre las cuentas de Pescanova de 2012.
BDO insiste en mostrar su "voluntad de continuar con la revisión" de las cuentas de Pescanova, para lo cual reitera su petición de que le facilite "todos los medios necesarios para la correcta realización" de los trabajos de auditoría, y, en particular, la información requerida "con la mayor urgencia".
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