Los miembros del comité delegado bancario de Pescanova continúan sin facilitar la asistencia financiera de urgencia, toda vez que Deloitte se las ve y se las desea para sacar algo en claro del complicado entramado de filiales que ha servido para camuflar cantidades ingentes de deuda. Vozpópuli ya adelantó la gravedad de la situación, con el insistente llamamiento del administrador concursal Deloitte, pero de momento el dinero no está ni se prevé una solución inminente.
No se ha firmado ningún crédito aún, pese a que las negociaciones continúan y los bancos siguen trabajando en tiempo real con Deloitte.
Gran parte de estas complicaciones viene por el hecho de que en las filiales hay todavía mucha gente fiel al expresidente, Manuel Fernández Sousa, que no están facilitando en absoluto las cosas. “Son de su absoluta confianza y es posible que acaben también imputados, pero de momento están haciendo la vida imposible a Deloitte”, señalan fuentes acreedoras de la compañía. Precisamente, este jueves fue imputado el propio Fernández Sousa junto a otros tres accionistas relevantes de la compañía.
“Se trata de gente que ha visto, oído, callado y firmado muchas cosas”, por lo que tienen una connivencia total con el expresidente. La historia ha demostrado que el entorno de Sousa ha actuado con gran complicidad con el anterior máximo ejecutivo de la firma.
Por tanto, a pesar de que el equipo gestor ha sido retirado totalmente “las cosas siguen complicadas, más de lo que esperábamos a estas alturas. La presentación de cuentas sigue siendo algo muy lejano todavía. Hay voluntad en el steering comité por socorrer a la empresa, aunque sólo para que no desaparezca de los lineales de las tiendas, pero necesitamos alguna garantía de que no será dinero tirado literalmente”.
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