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Reunión de urgencia de la banca acreedora de Pescanova: la deuda apunta a 3.000 millones de euros

Una vez ha celebrado el consejo extraordinario que reclamaba Grupo Damm, la banca acreedora se reúne de urgencia en Madrid. Los temores se van acrecentando: "la bola va creciendo", dicen fuentes financieras con fuertes riesgos en la empresa gallega. "La deuda puede rondar los 3.000 millones". 

Los bancos acreedores de Pescanova celebrarán el viernes a las 12 horas en Madrid una reunión presencial de urgencia en la sede del Deutsche Bank, para analizar la grave crisis de la sociedad y, en teoría, constituir un steering comité o comité director que guíe las pautas a seguir en el futuro. La convocatoria llega a instancias de las firmas internacionales, según señalan fuentes financieras, que constatan un escenario demoledor: "la deuda va subiendo. Apunta a que puede estar cerca de los 3.000 millones de euros".

Se prevé la asistencia de representantes de unas 40 entidades, casi el pool bancario al completo. Para formar parte de ese comité, se perfilan Sabadell, Bankia, Royal Bank of Scotland, La Caixa y Banco Popular. Otros como BNP, Rabobank o EBN han manifestado su deseo de formar parte del mismo, según señalan las fuentes.

Pescanova presentó el 1 de marzo el preconcurso de acreedores al no presentar sus cuentas de 2012. El presidente de la firma alegó que tomaba esta decisión ante la imposibilidad de lograr una refinanciación de la deuda. Con anterioridad, Grupo Damm y otros tres consejeros se habían negado a firmar las cuentas.

La deuda de Pescanova ronda, oficiosamente, los 1.500 millones de euros, pero existe el temor de que haya elevados importes de deuda ocultos en el complejo entramado de sociedades internacionales.

Calibrar la situación

La reunión, sin duda, servirá para calibrar las voluntades de las entidades financieras y evaluar la situación, una vez conocidas las deliberaciones del consejo extraordinario. Para salir del preconcurso, deberá ser aclarado el perímetro exacto del endeudamiento y proceder a su refinanciación. Entonces, deberán ser presentadas las cuentas. Para ello, se contrató al banco de inversión Houlihan Lokey, que se marchó (oficialmente fue despedido) al no tener acceso a la información.  

La refinanciación debe alcanzarse de manera unánime, tal como establece la ley. De momento, se sabe que tanto las entidades financieras españolas con posiciones acreedoras en Pescanova, como las internacionales (BNP, HSBC, RBS, Banco de Brasil…) están por la labor de facilitar la refinanciación, siempre que no haya un auténtico cataclismo escondido en el entramado de sociedades de Pescanova.

Pero hay temor a que alguna pequeña firma internacional insista en recuperar su posición, lo cual podría bloquear la situación en extremo y obligaría a las demás a recomprar esas carteras de deuda. De momento, ya se ha celebrado el consejo extraordinario que exigía grupo Damm para intentar conocer el alcance real de la deuda, sin que se conozcan todavía decisiones. Tan solo, un escueto Hecho Relevante. 

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