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Fernández Sousa apoyará al fondo Broadbill para tomar el control de Pescanova

El fondo estadounidense puede alcanzar hoy los apoyos suficientes para dar un giro en la estrategia de la vieja Pescanova.

Manuel Fernández Sousa, expresidente de Pescanova, tiene previsto apoyar en la junta que celebra la compañía hoy miércoles en Pontevedra, las propuestas del fondo estadounidense Broadbill, enfrentadas con las del actual consejo de la empresa, de acuerdo a fuentes conocedoras de las negociaciones.

El apoyo de Fernández Sousa a Broadbill es relevante no sólo porque el hijo del cofundador del grupo pesquero mantenga todavía una participación accionarial destacada en la empresa, del 7,5% según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el primer accionista, sino porque sus votos a favor del fondo estadounidense supondría abogar por un acercamiento a los mismos bancos que tomaron el control de la multinacional española -ahora Nueva Pescanova- y que señalaron a Fernández Sousa como el principal causante del escándalo contable que llevó al grupo al concurso de acreedores.

El fondo ha logrado además el apoyo de la sociedad estadounidense de inversión Cartesian, que tiene el 5% de Pescanova. Según las fuentes consultadas, Broadbill, que ha llegado a insertar anuncios en la prensa gallega buscando el voto favorable de los accionistas a sus propuestas, también cuenta con el apoyo de otro histórico accionista de Pescanova, Alfonso Paz Andrade, hijo del cofundador de la compañía pesquera, con el 3% del capital.

Contando efectivamente con el voto favorable de los accionistas mencionados y de otros con menos del 3% del capital, el fondo estadounidense podrá imponer hoy sus tesis en la junta de Pescanova e iniciar un giro en la estrategia de la empresa. 

Grupo Damm, de la familia Carceller, no va a votar ninguna de las propuestas

Pescanova y Nueva Pescanova son el resultado del proceso de reestructuración acometido por la multinacional gallega tras superar uno de los mayores concursos de acreedores ocurridos en España. El 28 de febrero de 2013 Pescanova informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que existían dudas sobre su contabilidad. Después se supo que el grupo presentaba un desfase patrimonial de 1.667 millones, lo que llevó a la empresa al concurso de acreedores. Los bancos acreedores tomaron el control escindiendo la mayor parte del negocio del grupo en lo que hoy es Nueva Pescanova, que mantiene unos ingresos anuales cercanos a los 1.000 millones de euros. Los antiguos accionistas quedaron en Pescanova, suspendida en Bolsa, y cuyo principal activo es el 20% de Nueva Pescanova.

Broadbill Investments Partners, con el 3,69% de Pescanova, propondrá en la junta de hoy ampliar el número de personas componentes del actual consejo a seis, nombrando a Luis Chicharro, Wilson Hudkins, y Luis Martín. El fondo, según explicó en un hecho relevante publicado el mes pasado en la CNMV, considera que Pescanova necesita "un consejo renovado con capacidad para afrontar el tiempo nuevo una vez pasada la crisis", y trabajar por desarrollar el negocio, la vuelta a la cotización, y buscar inversiones empresariales.

Uno de los puntos más destacables de la propuesta de Broadbill es que quiere "resolver de forma amistosa las diferencias con Nueva Pescanova", ya que de no ser así, "el mayor perjuicio será para Pescanova". Además sostiene que el actual consejo "se encuentra agotado después de la crisis sufrida por la compañía". El planteamiento de Broadbill es simple: cuanto más gane Nueva Pescanova, más ganará Pescanova.

A pesar de los apoyos logrados por Broadbill, el martes el actual consejo todavía preveía imponerse en la junta que se celebra hoy

El actual consejo de Pescanova está integrado sólo por cuatro miembros: Diego Fontán, en representación de su esposa, Carolina Masaveu, con el 7,1%; la sociedad Iberfomento, con el 3,39%; Alejandro Legarda (independiente) y César Mata, secretario. Su propuesta, que será votada hoy en la junta de Pescanova, publicada en CNMV, contempla también la ampliación del consejo de administración, pero no incluye ninguna novedad en la gestión de la empresa.

En el último año las posiciones entre Nueva Pescanova, controlada por los bancos acreedores -Sabadell, Popular, Abanca, Bankia, BBVA, Caixabank, y UBI- y Pescanova han sido irreconciliables. La vieja Pescanova ha advertido que Nueva Pescanova -entre cuyos consejeros se encuentra la exvicepresidenta del Gobierno Zapatero, Elena Salgado- pretende efectuar una ampliación de capital que diluiría su participación. A Nueva Pescanova, presidida por Jacobo González-Robatto, contar con un accionista con el 20% distanciado de sus tesis es un inconveniente a la hora de plantear una futura operación corporativa. 

A partir de ahora, si se consuma el asalto al poder de Pescanova de Broadbill y compañía, las relaciones entre ambas empresas darían un vuelco, contando con gestores de probada experiencia y fondos con músculo financiero suficiente como para plantear nuevas operaciones de inversión. A pesar de los fuertes apoyos que el fondo estadounidense ha logrado sumar en los últimos días, el martes fuentes cercanas al actual consejo de Pescanova confiaban todavía en plantar cara y retener el control de la empresa.

Grupo Damm no votará

Grupo Damm, de la familia Carceller, y la sociedad de inversión Luxempart, con el 6,2% y el 7,2% respectivamente de Pescanova, asociados en el grupo gallego, no tienen previsto dar sus votos a ninguna de las propuestas presentadas en la junta por Broadbill y el actual consejo, de acuerdo con las fuentes consultadas, una información no confirmada por la compañía con sede en Barcelona.

Tras participar activamente en la negociación por aprobar un convenio que sacara a Pescanova del concurso de acreedores, Grupo Damm quedó finalmente apartada de la gestión del grupo. La compañía presidida por Demetrio Carceller pretendía convertirse en el socio industrial de la banca en Pescanova y manejar el timón del grupo pesquero. A mediados de 2014 el presidente de Damm dio por cerrada su incursión en Pescanova: "Pescanova ha sido una puñetera estafa", dijo en un encuentro con periodistas. "Se acabó, ni una lágrima más por Pescanova", aseguró.

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