No es un descubrimiento petrolífero más, uno de tantos que habitualmente anuncia Repsol en algún lugar del planeta. Un par de datos ratifican que se trata de algo excepcional. El primero, ninguna compañía había logrado un hallazgo de hidrocarburos tan grande en suelo estadounidense en las últimas tres décadas; el segundo, la cantidad estimada de petróleo recuperable en la zona de 32 kilómetros que explora Repsol junto a su socio Armstrong (aproximadamente 1.200 millones de barriles) permitiría cubrir el consumo de crudo en España durante cuatro años.
También cuesta encontrar un precedente en la historia reciente de la compañía. Desde el hallazgo del yacimiento de gas de Perla, en Venezuela, que data del mes de octubre de 2009, la petrolera española no recibía noticias tan satisfactorias desde el punto de vista de la exploración.
Desde este jueves, el nombre de Nanushuk sonará a música celestial en la sede de Repsol. Así se denomina la formación situada en la zona norte de Alaska donde se encuentran los pozos Horseshoe-1 y Horseshoe-1A. Su perforación durante la campaña invernal ha permitido confirmar que la formación se extiende a lo largo de 32 kilómetros en relación a los hallazgos que hasta el momento habían realizado Repsol y Armstrong en la zona de Pikka, cuyas licencias se encuentran tramitando en la actualidad.
Otra de las cifras que jalonan el descubrimiento es la referida a su producción potencial, que se espera para 2021. Ésta se sitúa en unos 120.000 barriles de crudo diarios, de los que casi 60.000 corresponderán a Repsol, dado que la empresa que preside Antonio Brufau cuenta con una participación del 49% en Pikka. Al cierre de 2016, la producción de Repsol en EEUU ascendía a algo más de 121.000 barriles diarios. Es decir, que el nuevo descubrimiento permitirá que la petrolera española incremente de golpe un 50% su producción en el país norteamericano.
La producción estimada para este nuevo descubrimiento representa cerca del 9% del total registrado por Repsol en 2016.
Al margen de los espectaculares números que rodean los resultados de los sondeos, Repsol y Armstrong se han visto beneficiados por el hecho de que el crudo encontrado en la formación de Nanushuk es ligero, lo que asegura que es un petróleo de calidad y, además, su proceso de refino será menos costoso. Además, el petróleo ligero que se localiza en tierra presenta un elevado porcentaje de recuperabilidad, prácticamente se recupera todo lo que se halla, a diferencia del crudo pesado, del que apenas puede obtenerse entre un 40% y un 50% de las bolsas.
Se trata de un hallazgo en tierra, que también reduce los costes, y en un estado petrolero por excelencia de un país con las mismas características: Alaska y EEUU. "Todos los gigantes del sector están presentes en Alaska, lo que hace más resaltable el descubrimiento de Repsol", apunta una fuente de la industria.
El hallazgo fortalecerá la posición de EEUU como el país más importante para Repsol desde el punto de vista de la producción.
Eso sí, no habrá nuevas noticias del yacimiento hasta el próximo mes de noviembre. Una de las complicaciones que presenta la zona tiene que ver con la adversa climatología aunque, paradójicamente, es en pleno invierno cuando se dan las condiciones propicias para trabajar en los pozos. Cuando las temperaturas comienzan a suavizarse, el deshielo complica sobre manera la actividad, de modo que la campaña invernal se da por finalizada en febrero.
En el capítulo de números también cabe tener en cuenta cómo recogieron los mercados la noticia. La comunicación de Repsol llegó con las bolsas europeas ya cerradas. Los inversores apostaron por las compras en Wall Street, donde cotiza la petrolera a través de ADR. La compañía logró una revalorización superior al 4% y alcanzó sus precios máximos en las últimas 52 semanas.
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