A finales de 2011, Amancio Ortega protagonizó la operación inmobiliaria de aquel ejercicio y una de las principales de los últimos tiempos, con la compra de Torre Picasso a FCC por unos 400 millones de euros. El dueño de Zara no perdió una oportunidad prácticamente única pero, además, la operación no sólo se ha quedado en la compra. El primer año del inmueble bajo la propiedad de Pontegadea ha sido notablemente rentable.
Pontgadea Inmobiliaria, la sociedad a través de la que Ortega canaliza sus inversiones en el sector, incrementó un 72% sus ingresos por arrendamientos en España en 2012, un incremento que se debe básicamente a la compra de Torre Picasso, su adquisición más destacada de los últimos meses junto a un inmueble en el barcelonés Paseo de Gracia. En términos absolutos, la sociedad de Amancio Ortega ha facturado algo más de 31 millones de euros más que en 2011.
Fuentes del mercado señalan que algo más de 29 millones corresponden a Torre Picasso, una cifra que supone un incremento aproximado del 15% en relación con los ingresos registrados por FCC en los años anteriores por la explotación del inmueble.
En 2011 y 2010, la facturación de Torre Picasso se situó en el entorno de los 25,3 millones de euros, de acuerdo con los informes anuales del grupo de construcción y servicios.
Deducciones por reinversión
Ortega compró el inmueble cuando su ocupación estaba muy próxima al 100%, un escenario que no ha cambiado desde que el dueño de Zara pasó a ser su propietario.
La compra de Torre Picasso sirvió además para que el fundador y máximo accionista de Inditex pudiera acogerse a una notable deducción por plusvalías provenientes de ventas de activos que llevó a cabo en 2010 y 2011. Del total de los casi 400 millones de euros que desembolsó Pontegadea Inmobiliaria por Torre Picasso, un total de 72,5 millones provenían de beneficios generados en operaciones recientes, según figura en el informe anual de Pontegadea Inmobiliaria.
Por esta reinversión, Ortega pasa a tributar al tipo mínimo del 18% con lo que la adquisición de Torre Picasso le generó un ahorro aproximado de unos 21 millones de euros.
Inmueble emblemático
Desde su inauguración en 1988, la Torre Picasso perteneció a la cementera Portland Valderrivas, hoy filial de FCC, y a Inmobiliaria Asón, propiedad de la familia Reyzábal, que también poseía otro emblemático edificio de oficinas en Madrid, el Windsor.
Tras el incendio que devastó este último, acaecido en febrero de 2005, los Reyzábal vendieron Asón a El Corte Inglés, incluido el 20% que poseían de Torre Picasso. El gigante de la distribución no tardó en vender este porcentaje a FCC que, de esta forma, se hizo con el 100% del activo. En diciembre de 2011 lo traspasó a Pontegadea Inmobiliaria, con lo que el que llegó a ser el edificio más alto de España comenzó una nueva etapa.
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